Si se niega a hacerles caso a ellos, díselo a la iglesia; y, si incluso a la iglesia no le hace caso, trátalo como un no creyente o un cobrador de impuestos corrupto.
1 Timoteo 1:20 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Mira por ejemplo a Himeneo y Alejandro. Ellos ofendieron a Dios, así que los he entregado a Satanás, para que aprendan la lección. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 de los cuales son Himeneo y Alejandro, a quienes entregué a Satanás para que aprendan a no blasfemar. Biblia Nueva Traducción Viviente Himeneo y Alejandro son dos ejemplos. Yo los expulsé y se los entregué a Satanás, para que aprendieran a no blasfemar contra Dios. Biblia Católica (Latinoamericana) Entre ellos están Himeneo y Alejandro, a quienes entregué a Satanás para que aprendieran a no enseñar barbaridades. La Biblia Textual 3a Edicion de los cuales son Himeneo y Alejandro, a quienes entregué a Satanás,° para que fueran enseñados a no blasfemar. Biblia Serafín de Ausejo 1975 entre ellos Himeneo y Alejandro, a quienes entregué a Satanás, para que aprendan a no blasfemar. Biblia Reina Valera Gómez (2023) De los cuales son Himeneo y Alejandro, los cuales entregué a Satanás, para que aprendan a no blasfemar. |
Si se niega a hacerles caso a ellos, díselo a la iglesia; y, si incluso a la iglesia no le hace caso, trátalo como un no creyente o un cobrador de impuestos corrupto.
Pero, cuando los judíos vieron a tanta gente, se llenaron de envidia. Entonces comenzaron a maldecir a Pablo y a negar lo que este decía.
Los judíos empujaron a un tal Alejandro hacia adelante, y algunos de entre la gente lo sacaron para que tomara la palabra. Él agitó la mano para pedir silencio y presentar su defensa ante el pueblo.
Pero, si el Señor nos disciplina, lo hace para que no seamos castigados con el mundo.
Estamos dispuestos a castigar cualquier acto de desobediencia. Y lo haremos hasta contar con la completa obediencia de ustedes.
Por eso les escribo todo esto en mi ausencia, para que cuando vaya no tenga que ser estricto en el uso de mi autoridad. El Señor me ha dado esa autoridad para fortalecer su fe, no para destruirla.
Sin embargo, no lo traten como a un enemigo, sino llámenle la atención como a un hermano.
Y es que algunas ya han dejado de confiar en Cristo para obedecer a Satanás.
No dejes de recordarle a la gente todo esto. Diles delante de Dios que eviten las discusiones inútiles, pues no sirven nada más que para destruir a los oyentes.
Esas falsas enseñanzas son como una enfermedad que se va contagiando a los demás. Entre ellos están Himeneo y Fileto,
La gente estará llena de egoísmo y amará el dinero. Será gente que se cree importante, orgullosa y que ofende a Dios. Serán personas que no obedecerán a los padres, no darán gracias por nada ni respetarán a Dios.
Han olvidado las palabras de aliento que Dios da a sus hijos: «Hijo mío, no desprecies la disciplina del Señor, ni te desanimes cuando te castigue.
Y el dragón se paró a la orilla del mar. Entonces vi que del mar salía una bestia que tenía diez cuernos y siete cabezas. En cada cuerno tenía una corona y en cada cabeza, un nombre que ofendía a Dios.
Yo reprendo y disciplino a todos los que amo. Por lo tanto, toma esto en serio y arrepiéntete.