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2 Timoteo 3:2 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

2 La gente estará llena de egoísmo y amará el dinero. Será gente que se cree importante, orgullosa y que ofende a Dios. Serán personas que no obedecerán a los padres, no darán gracias por nada ni respetarán a Dios.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

2 Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Pues la gente solo tendrá amor por sí misma y por su dinero. Serán fanfarrones y orgullosos, se burlarán de Dios, serán desobedientes a sus padres y malagradecidos. No considerarán nada sagrado.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 los hombres serán egoístas, amantes del dinero, farsantes, orgullosos, chismosos, rebeldes con sus padres, ingratos, sin respeto a la religión;'

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 porque los hombres serán egoístas, amigos del dinero, arrogantes,° soberbios, difamadores, desobedientes a sus padres, ingratos, irreverentes,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Los hombres serán egoístas, avaros, fanfarrones, orgullosos, difamadores, rebeldes a los padres, desagradecidos, impíos,

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2 Timoteo 3:2
43 Referencias Cruzadas  

En ese caso, el tal hijo no tiene que honrar a su padre. Así, por causa de la tradición, ustedes dejan sin valor la palabra de Dios.


»¡Tengan cuidado! —dijo a la gente—. Cuídense de todo deseo por tener siempre más, porque la vida de una persona no depende de la abundancia de sus bienes».


Los fariseos oían todo y se burlaban de Jesús, porque les encantaba el dinero.


Ustedes, por el contrario, amen a sus enemigos, háganles bien y denles prestado sin esperar nada a cambio. Así tendrán una gran recompensa y serán hijos del Altísimo, porque él es bondadoso con los ingratos y malvados.


Hace algún tiempo surgió Teudas, que se creía alguien muy importante, y se le unieron unos cuatrocientos hombres. Pero lo mataron y todos sus seguidores huyeron y allí se acabó todo.


Sin embargo, no se vayan a creer mejores que los judíos. Y, si se sienten orgullosos de eso, tengan en cuenta que no son ustedes quienes dan vida al pueblo de Dios, sino que ustedes la reciben gracias a él.


Él murió por todos, para que nosotros ya no vivamos para nosotros mismos, sino para Cristo, que murió y resucitó por nosotros.


pues todos los demás buscan sus propios intereses y no los de Jesucristo.


Por eso les pido que hagan morir todos sus deseos de maldad. No tengan relaciones sexuales prohibidas, dejen las acciones vergonzosas y sus malos deseos de placer. Abandonen el deseo de hacer lo malo, el deseo de siempre tener más dinero, pues es lo mismo que adorar ídolos.


Este hombre malvado luchará contra todo lo que pertenezca a Dios o contra todo aquel que lo adore. Se adueñará del templo de Dios y dirá que es Dios.


Mira por ejemplo a Himeneo y Alejandro. Ellos ofendieron a Dios, así que los he entregado a Satanás, para que aprendan la lección.


Tengamos en cuenta que la Ley no se ha dado para los justos, sino para los desobedientes y rebeldes. Es para los pecadores y los que no creen en Dios. Se aplica a los que no respetan a Dios ni nuestras creencias. La Ley es para los que matan a sus propios padres. Es para los asesinos,


No debe ser borracho, ni amigo del dinero, ni violento, sino amable y lleno de paz.


Pues el amor al dinero provoca toda clase de males. Por desearlo, algunos han dejado de creer en Cristo y solo han tenido muchísimos sufrimientos.


es un terco que nada entiende. Es una persona a la que solo le gusta provocar discusiones inútiles. Le gusta provocar envidias, desacuerdos, insultos, desconfianzas


En esa gente no se podrá confiar, pues serán personas que actuarán por impulso, llenas de orgullo. Serán más amigos del placer que de Dios.


Si ustedes de veras cumplen la ley suprema de la Escritura, que dice: «Ama a tu prójimo como a ti mismo», entonces harán bien.


Pero ahora se alegran de hablar con orgullo. Todo ese orgullo es malo.


Pero en realidad él nos da mucho más amor, aunque no lo merezcamos. Por eso dice la Escritura: «Dios se opone a los orgullosos, pero trata con amor a los humildes».


Así mismo, jóvenes, obedezcan a sus líderes. Sean todos humildes cuando traten a los demás, porque: «Dios se opone a los orgullosos, pero trata con amor a los humildes».


Esto les espera especialmente a los que siguen sus deseos de pecar y desprecian la autoridad del Señor. ¡No son sino unos atrevidos y orgullosos! No tienen temor de insultar a los seres celestiales.


Pero ellos hablan mal de cosas que no entienden. Como animales sin inteligencia, se guían únicamente por el instinto, pues nacieron para ser atrapados y degollados. Así que morirán igual que esos animales


Hablan y enseñan con orgullo, aunque todo lo que dicen no tiene sentido. Invitan a la gente a participar de sus vicios y placeres sin control, y así engañan a los que recién se han alejado de los que viven en pecado.


Dominados por el deseo de siempre tener más, estos maestros los engañarán para sacarles dinero. Desde hace mucho tiempo su castigo está preparado y los espera su destrucción.


Estos individuos no hacen nada más que criticar y quejarse por todo. Se dejan controlar por sus malos deseos. Hablan con orgullo y les dicen cosas bonitas a los demás para aprovecharse de ellos.


Y el dragón se paró a la orilla del mar. Entonces vi que del mar salía una bestia que tenía diez cuernos y siete cabezas. En cada cuerno tenía una corona y en cada cabeza, un nombre que ofendía a Dios.


Pero ni aun así se arrepintieron de sus malas acciones. Al contrario, maldecían al Dios del cielo, debido a sus dolores y llagas.


Del cielo cayeron sobre la gente enormes granizos, de casi cuarenta kilos cada uno. La gente maldecía a Dios por ese terrible castigo.


Todos sufrieron terribles quemaduras, pero ni así se arrepintieron. En vez de darle gloria a Dios, que tiene poder sobre esos castigos, maldijeron su nombre.


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