Cuando al amo ya sólo le quedaba su hijo, su hijo querido, le envió también a la viña, pensando: 'A mi hijo le respetarán. '
1 Juan 4:9 - Biblia Arcas-Fernandez (Nuevo Testamento) Y Dios nos ha demostrado que nos ama enviando a su Hijo único al mundo para que tengamos vida por medio de él. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. Biblia Nueva Traducción Viviente Dios mostró cuánto nos ama al enviar a su único Hijo al mundo, para que tengamos vida eterna por medio de él. Biblia Católica (Latinoamericana) Miren cómo se manifestó el amor de Dios entre nosotros: Dios envió a su Hijo único a este mundo para que tengamos vida por medio de él. La Biblia Textual 3a Edicion En esto fue manifestado el amor de Dios en° nosotros: En que Dios envió al mundo a su Hijo unigénito, para que vivamos por medio de Él. Biblia Serafín de Ausejo 1975 En esto se manifestó el amor de Dios en nosotros: en que Dios envió al mundo a su Hijo, al Unigénito, para que vivamos por él. Biblia Reina Valera Gómez (2023) En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por Él. |
Cuando al amo ya sólo le quedaba su hijo, su hijo querido, le envió también a la viña, pensando: 'A mi hijo le respetarán. '
El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado para llevar a los pobres la buena noticia de la salvación; me ha enviado a anunciar la libertad a los presos y a dar vista a los ciegos, a liberar a los oprimidos
El ladrón, cuando llega, no hace más que robar, matar y destruir. Yo he venido para que todos tengan vida, y la tengan abundante.
Tomás replicó: - Pero, Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo vamos a saber el camino?
Tanto amó Dios al mundo, que no dudó en entregarle a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna.
El que cree en el Hijo no será condenado; en cambio, el que no cree en él, ya está condenado, por no haber creído en el Hijo único de Dios.
Y quiere que todos den al Hijo el mismo honor que dan al Padre. El que no honra al Hijo, tampoco honra al Padre que le ha enviado.
Jesús respondió: - Lo que Dios espera de vosotros es que creáis en su enviado.
Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo voy a dar es mi carne. La doy para que el mundo tenga vida.
El Padre, que me ha enviado, posee la vida y yo vivo gracias a él. Así también, el que me coma vivirá gracias a mí.
El que me envió está conmigo y no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que le agrada.
Jesús les dijo: - Si Dios fuera de verdad vuestro Padre, me amaríais a mí, porque yo he venido de Dios y estoy aquí enviado por él. No he venido por mi propia cuenta, sino que él me ha enviado.
Jesús respondió: - Ni sus propios pecados ni los de sus padres tienen la culpa; nació así para que el poder de Dios resplandezca en él.
Si, lejos de escatimar a su propio Hijo, lo entregó a la muerte por nosotros, ¿cómo no habrá de darnos con él todas las cosas?
En efecto, jamás dijo Dios a ningún ángel: Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy. Ni tampoco: Seré para él un padre, y él será un hijo para mí.
Cristo dio su vida por nosotros. Así hemos conocido lo que es el amor; nosotros debemos dar también la vida por los hermanos.
¿Qué dónde radica el amor? No en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo para que nos alcanzase el perdón de nuestros pecados.
Por nuestra parte, sabemos que Dios nos ama, y en él hemos puesto nuestra confianza. Dios es amor, y quien ha hecho del amor el centro de su vida, vive en Dios y Dios vive en él.
Y lo que Dios testifica es que nos ha dado la vida eterna que está en su Hijo.
A vosotros, los que creéis en el Hijo de Dios, os he escrito todo esto para haceros saber que de veras poseéis la vida eterna.