Luego Jesús le dijo: – ¡Oh mujer! Grande es tu fe, que el deseo de tu corazón se haga realidad. Y su hija fue sanada en ese momento.
Mateo 9:22 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia Mas Jesús dio la vuelta, vio a la mujer, y le dijo: – ¡Alégrate hija! Tu fe te ha sanado. La mujer fue sanada en aquel momento. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado. Y la mujer fue salva desde aquella hora. Biblia Nueva Traducción Viviente Jesús se dio vuelta, y cuando la vio le dijo: «¡Ánimo, hija! Tu fe te ha sanado». Y la mujer quedó sana en ese instante. Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús se dio vuelta y, al verla, le dijo: 'Animo, hija; tu fe te ha salvado. Y desde aquel momento, la mujer quedó sana. La Biblia Textual 3a Edicion Jesús entonces volviéndose, la miró y le dijo: ¡Ten ánimo, hija, tu fe te ha salvado! Y la mujer fue salva desde aquella hora. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Jesús se volvió y, mirándola, le dijo: '¡Ánimo, hija! Tu fe te ha salvado'. Y quedó curada la mujer desde aquel momento. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas Jesús, volviéndose, y mirándola, dijo: Hija, ten ánimo, tu fe te ha salvado. Y la mujer fue sana desde aquella hora. |
Luego Jesús le dijo: – ¡Oh mujer! Grande es tu fe, que el deseo de tu corazón se haga realidad. Y su hija fue sanada en ese momento.
Cuando Jesús lo ordenó, el espíritu de enfermedad salió del epiléptico y el muchacho fue sanado instantáneamente.
Luego Jesús le dijo al capitán romano: – Ve tranquilo, has demostrado que tienes mucha fe, tu siervo será sanado. Y realmente su siervo sanó en aquel momento.
En ese momento, le trajeron a un paralítico acostado en una camilla y cuando Jesús vio la fe de ellos, dijo al paralítico: – ¡Ten ánimo, hijo! Tus pecados te son perdonados.
Al instante, Jesús les tocó sus ojos, diciéndoles: – Conforme a la fe de ustedes, quedan sanos.
Jesús le dijo: – Vete, tu fe te ha sanado. Y al instante Bartimeo empezó a ver, y seguía a Jesús por el camino.
Jesús le dijo: – Hija, tu fe te ha sanado, vete en paz y continúa libre de la enfermedad que has sufrido.
En ese momento, el padre del chico se dio cuenta que fue a la misma hora que Jesús le había dicho que su hijo estaba sano; entonces él y su familia creyeron.
escuchando a Pablo; quien fijó sus ojos en él y se dio cuenta que este tenía fe para ser sanado,
Esta muchacha hizo esto por muchos días, hasta que Pablo se cansó y dirigiéndose al espíritu lo reprendió: – Te ordeno, en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. Y en la misma hora el espíritu la dejó.
Porque nosotros fuimos evangelizados con el mensaje que transforma toda la existencia humana, igual que aquellos israelitas que salieron de Egipto; solo que a ellos no les sirvió de nada escuchar, porque el mensaje no fue acompañado de la fe por identidad.