Jesús enseñó otra parábola, diciendo: – El reino de los cielos se compara con un hombre que sembró una buena semilla de trigo en su campo;
Mateo 13:44 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia Jesús siguió enseñando una parábola más: – El reino de los cielos es como un tesoro escondido en un campo. Cuando un hombre lo descubre, lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va y vende todo lo que tiene para comprar el campo donde está el tesoro escondido. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo. Biblia Nueva Traducción Viviente »El reino del cielo es como un tesoro escondido que un hombre descubrió en un campo. En medio de su entusiasmo, lo escondió nuevamente y vendió todas sus posesiones a fin de juntar el dinero suficiente para comprar el campo. Biblia Católica (Latinoamericana) El Reino de los Cielos es como un tesoro escondido en un campo. El hombre que lo descubre, lo vuelve a esconder; su alegría es tal, que va a vender todo lo que tiene y compra ese campo. La Biblia Textual 3a Edicion El° reino de los cielos es semejante a un tesoro° escondido en un campo, que al hallarlo un hombre, lo encubre, y por el gozo de ello,° va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo. Un hombre lo encuentra y lo vuelve a esconder. Y se va lleno de alegría, vende cuanto tiene y compra el campo aquel. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Además, el reino del cielo es semejante a un tesoro escondido en un campo; el cual hallándolo un hombre, lo esconde, y gozoso por ello, va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo. |
Jesús enseñó otra parábola, diciendo: – El reino de los cielos se compara con un hombre que sembró una buena semilla de trigo en su campo;
y cuando encontró una perla de mucho valor, se fue, y vendió todo lo que tenía y la compró.
Añadió una parábola más: – El reino de los cielos es semejante a una red lanzada al mar que recoge toda clase de peces;
Jesús le respondió: – Si quieres ser perfecto, anda, vende todas tus posesiones y dale el dinero a los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos; luego ven y sígueme.
Respondió Pedro: – Mira, nosotros lo hemos dejado todo para seguirte, ¿qué vamos a obtener por este sacrificio?
Y todo el que dejó casa, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos, campos, por causa de mi nombre, serán recompensados en gran manera y heredarán la vida eterna.
Por eso piénsenlo bien; si alguien de entre ustedes quiere ser mi discípulo, tendrá que renunciar a todo lo que tiene.
Declaró Jesús: – Yo soy el pan de vida; el que viene a mí de ninguna forma tendrá hambre, y el que cree en mí, nunca más tendrá sed.
De hecho, todo lo que se escribió en el pasado se escribió para enseñarnos, a fin de que animados y consolados por las Escrituras, perseveremos en mantener nuestra esperanza.
en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.
Que la palabra de Cristo viva fructíferamente en ustedes, esta palabra da sabiduría y ayuda a que puedan enseñar y corregirse entre ustedes mismos, vivan la gracia, que es vivir la vida de Dios en Cristo, cantando salmos, himnos y cánticos espirituales con todo su corazón ante Dios.
Tuvieron misericordia de los que estaban presos y soportaron con alegría cuando a ustedes les quitaron sus posesiones; siguieron felices porque sabían que poseían algo mucho mejor, algo que dura para siempre.
Por ello, te aconsejo que compres de mí oro refinado por el fuego, para que te enriquezcas de verdad, y que compres de mí ropa blanca para cubrir tu desnudez que te avergüenza, así como colirio para tus ojos, para que seas capaz de ver con claridad.