Jesús recorrió toda Galilea enseñando en las sinagogas de los judíos, predicando el Evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y todo tipo de mal en las personas.
Lucas 9:60 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia Jesús respondió: – Deja que los muertos sepulten a sus muertos, tú ve y anuncia el reino de Dios. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Jesús le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú ve, y anuncia el reino de Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente Jesús le dijo: —¡Deja que los muertos espirituales entierren a sus propios muertos! Tu deber es ir y predicar acerca del reino de Dios. Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús le dijo: 'Sígueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos. Tú vé a anunciar el Reino de Dios. La Biblia Textual 3a Edicion Le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos, y tú anda, proclama el reino de Dios. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Jesús le replicó: 'Deja que los muertos entierren a sus muertos; pero tú, vete a anunciar el reino de Dios'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Jesús le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú, ve y predica el reino de Dios. |
Jesús recorrió toda Galilea enseñando en las sinagogas de los judíos, predicando el Evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y todo tipo de mal en las personas.
Jesús le contestó: – Sígueme y deja que los muertos entierren a sus muertos.
Porque mi hijo estaba muerto y revivió, estaba perdido y fue encontrado”; y comenzó a celebrar.
Pero era necesario alegrarnos, porque tu hermano estaba muerto y volvió a la vida, estaba perdido y fue encontrado; supera tu resentimiento”.
Si evangelizo no es para beneficio personal; más bien tengo una gran necesidad de anunciar el Evangelio que transforma toda la existencia humana, ¡Ay de mí si no predico el Evangelio!
cuando aún estábamos muertos espiritualmente en nuestros pecados, la resurrección de Cristo nos dio nueva vida. ¡Somos salvos por gracia!
Por otro lado, la viuda que se entrega a una conducta de inmoralidad, aunque viva, ya está muerta espiritualmente.
predica la Palabra de Dios en todo tiempo, instruyendo, iluminando, exhortando; enséñala con toda paciencia y perseverancia.
Pero tú compórtate bien en todo, soporta los sufrimientos, sigue evangelizando a los perdidos y cumple con tu ministerio y vocación.
Escribe al ángel de la iglesia en Sardis: esto dice el que tiene los siete espíritus de Dios y las siete estrellas: Conozco tus obras; tienes reputación de estar vivo, pero en realidad estás muerto.