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Juan 14:20 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia

En aquel día, ustedes conocerán que yo estoy en el Padre y ustedes estarán en mí y yo en ustedes.

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Biblia Reina Valera 1960

En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Cuando yo vuelva a la vida, ustedes sabrán que estoy en mi Padre y que ustedes están en mí, y yo, en ustedes.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Aquel día comprenderán que yo estoy en mi Padre y ustedes están en mí y yo en ustedes.

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La Biblia Textual 3a Edicion

En aquel día vosotros conoceréis que Yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y Yo en vosotros.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Aquel día, comprenderéis que yo estoy en mi Padre y vosotros en mí y yo en vosotros.'

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros.

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Juan 14:20
24 Tagairtí Cros  

pero si hago las obras de mi Padre, aunque no crean en lo que yo digo, por lo menos crean en las obras, para que las conozcan íntimamente, ya que ellas hacen referencia a mi Padre y por fin conocerán que el Padre está en mí y yo en el Padre.


¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí? Lo que yo enseño, no lo hago por mi propia cuenta, pero el Padre que vive en mí, hace su obra.


Créanme, que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí; y si no me creen, vean las obras.


Y cuando todo esto pase, ustedes ya no me van a preguntar nada. De cierto, de cierto les digo, probablemente todo lo que pidan al Padre en mi nombre, Él se los concederá.


En aquel día, pedirán en mi nombre, ya que tendrán el acceso directo al Padre;


Yo ya no estaré en el mundo, y estas personas están en el mundo, yo voy hacia Ti. ¡Oh, Padre santo!, a todas estas personas que me has dado, guárdalas y cuídalas en tu nombre, para que estén unidas, como Tú y yo estamos unidos.


Di a conocer tu nombre a nuestros seguidores y lo seguiré haciendo, con el propósito de que el amor sacrificial con que Tú me amaste, ellos lo practiquen, y yo los seguiré amando sacrificialmente.


Ahora han conocido profundamente que todas las cosas que me otorgaste proceden de Ti;


El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él.


Saluden a Andrónico y a Junia, que son mis parientes, judíos como yo, y que estuvieron en la cárcel conmigo. Son apóstoles bien conocidos y respetados, y se convirtieron a Cristo antes que yo.


Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están en Cristo Jesús,


Dios mismo los ha unidos a Jesucristo, quien se hizo sabiduría de Dios para nosotros. Por medio de Cristo, Dios nos justifica, nos santifica y nos redime.


Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años – no sé si en cuerpo o fuera del cuerpo, Dios lo sabe – fue arrebatado hasta el tercer cielo;


Examínense a ustedes mismos y pónganse a prueba para ver si están firmes en la fe por identidad, ¿No se dan cuenta de que Cristo Jesús está en ustedes? ¡A menos que estén descalificados por el pecado!


Por lo tanto, si alguien está en Cristo, es una nueva criatura; las cosas viejas pasaron, y todas son hechas nuevas.


Esto es, que en Cristo, Dios estaba reconciliando al mundo consigo mismo, no tomando en cuenta sus pecados, y nos dio la tarea de anunciar a todos el mensaje de la reconciliación.


ahora ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí; y mientras vivo en este cuerpo, vivo por la fe del Hijo de Dios, quien me amó sacrificialmente y se entregó a sí mismo por mí.


Nosotros somos obra de Dios, creados en Jesucristo para realizar las buenas obras que Dios ya planeó de antemano para que nos ocupáramos de ellas.


Pues a Dios le agradó que toda la plenitud habitase en Él,


este pueblo a quien Dios quiso dar a conocer la riqueza de la gloria salvífica para todos, incluso para los que no son judíos, este misterio es Cristo en ustedes, la esperanza de la gloria.


Porque en Jesucristo habita toda la plenitud de la divinidad en forma corporal, es decir, Cristo es Dios;


A Dios nadie lo ha visto físicamente; pero si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor sacrificial nos perfecciona.