»¿Qué diré de la gente de hoy día? Es semejante a los muchachos que, sentados en las plazas, gritan a sus compañeros de juego:
Mateo 23:7 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Y cuando andan por las calles, les gusta que les digan: “¡Rabí, rabí!”. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 y las salutaciones en las plazas, y que los hombres los llamen: Rabí, Rabí. Biblia Nueva Traducción Viviente Les encanta recibir saludos respetuosos cuando caminan por las plazas y que los llamen “Rabí”. Biblia Católica (Latinoamericana) Les agrada que los saluden en las plazas y que la gente los llame Maestro. La Biblia Textual 3a Edicion y los saludos pomposos en las plazas, y que los hombres los llamen Rabbí.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 acaparar los saludos en las plazas, y que la gente los llame rabbí. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y las salutaciones en las plazas, y ser llamados por los hombres: Rabí, Rabí. |
»¿Qué diré de la gente de hoy día? Es semejante a los muchachos que, sentados en las plazas, gritan a sus compañeros de juego:
No dejen que nadie los llame así. Sólo el Cristo es Rabí y todos los hombres están en el mismo nivel de hermanos.
Judas se le acercó también y le preguntó: ―¿Soy yo, Maestro? ―Sí. Tú lo has dicho.
Sin pérdida de tiempo, el traidor se acercó a Jesús. ―Hola, Maestro —le dijo, y lo besó.
―¿Qué quieres que te haga? —le preguntó Jesús. ―Maestro —dijo—, ¡quiero recobrar la vista!
Pedro, recordando lo que había pasado, exclamó: ―¡Maestro, mira! La higuera que maldijiste está seca.
Jesús continuó enseñando y les decía: ―Cuídense de los maestros de la ley, pues a ellos les gusta pasearse vestidos con ropas que llaman la atención, para que los saluden en las plazas.
Al llegar Judas, se acercó rápidamente a Jesús, lo besó y le dijo: ―¡Maestro!
―Maestro, ¡qué bueno que estemos aquí! —exclamó Pedro—. Construiremos tres enramadas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.
»¡Ay de ustedes, fariseos!, porque aman los asientos de honor en las sinagogas y que los saluden en las plazas.
Jesús volvió la cabeza, y viendo que lo seguían, les preguntó: ―¿Qué buscan? Ellos contestaron: ―Rabí, (Rabí significa: Maestro) ¿dónde vives?
Natanael exclamó: ―Maestro, ¡tú eres el Hijo de Dios! ¡Tú eres el Rey de Israel!
Ellos le respondieron: ―Maestro, hace poco los judíos trataron de apedrearte, ¿y quieres volver allá?
Jesús le dijo: ―María. Ella se volvió y le dijo: ―¡Raboni! (que en arameo significa: Maestro).
Este fue una noche a visitar a Jesús y le dijo: ―Maestro, sabemos que Dios te ha enviado a enseñarnos, porque nadie puede hacer las señales milagrosas que tú haces si Dios no está con él.
Aquéllos fueron a ver a Juan y le dijeron: ―Maestro, el que estaba contigo al otro lado del río Jordán, aquel del que tú mismo hablaste, ahora está bautizando y todos lo siguen.
Cuando lo encontraron al otro lado del lago, le preguntaron: ―Maestro, ¿cuándo llegaste acá?
Y sus discípulos le preguntaron: ―Maestro, ¿este hombre nació ciego por culpa de su pecado o por el pecado de sus padres?