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Juan 1:38 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

38 Jesús volvió la cabeza, y viendo que lo seguían, les preguntó: ―¿Qué buscan? Ellos contestaron: ―Rabí, (Rabí significa: Maestro) ¿dónde vives?

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Biblia Reina Valera 1960

38 Y volviéndose Jesús, y viendo que le seguían, les dijo: ¿Qué buscáis? Ellos le dijeron: Rabí (que traducido es, Maestro), ¿dónde moras?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

38 Jesús miró a su alrededor y vio que ellos lo seguían. —¿Qué quieren? —les preguntó. Ellos contestaron: —Rabí (que significa “Maestro”), ¿dónde te hospedas?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

38 Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les preguntó: '¿Qué buscan?' Le contestaron: 'Rabbí (que significa Maestro), ¿dónde vives?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

38 Volviéndose entonces Jesús y viéndolos que lo seguían, les dice: ¿Qué buscáis? Ellos entonces le dijeron: Rabbí (que traducido es, Maestro), ¿dónde moras?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

38 Jesús entonces se volvió y, al ver que le seguían, les pregunta: '¿Qué deseáis?'. Ellos le contestaron: ' Rabbí -que quiere decir 'Maestro'-, ¿dónde vives?'.

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Juan 1:38
30 Tagairtí Cros  

Tu pueblo es feliz y tus criados están contentos, pero ¿cómo podría ser de otra manera?, pues ellos están aquí día tras día escuchando tu sabiduría.


Lo que pido de Dios, lo que más deseo, es el privilegio de meditar en su templo, vivir en su presencia cada día de mi vida y deleitarme en su perfección y gloria.


El que anda con sabios, será sabio; al que anda con necios, lo lastimarán.


La sabiduría es árbol de vida para quien se sujeta de ella; ¡felices los que no la sueltan!


¡Dichoso el hombre que me escucha, que me espera día tras día atentamente a las puertas de mi casa!


¡Pero tú, Señor, permaneces para siempre igual! Tu presencia entre nosotros permanece por todas las generaciones.


Ella tenía una hermana llamada María, que se sentó a los pies del Señor a escucharlo.


Mucha gente seguía a Jesús, entonces él se volvió y les dijo:


Así que viajó de regreso a la casa de su padre. »Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y sintió compasión por él; salió corriendo a encontrarlo, lo abrazó y lo besó.


Cuando Jesús pasaba por ese lugar, miró hacia arriba y le dijo: ―Zaqueo, baja en seguida, porque quiero quedarme hoy en tu casa.


El Señor se volvió y miró a Pedro. Entonces Pedro se acordó de que el Señor le había dicho: «Hoy mismo, antes de que el gallo cante tres veces, dirás que no me conoces».


el hombre del que habían salido los demonios le suplicó que lo dejara acompañarlo; pero Jesús le dijo:


Al oír esto, los dos discípulos siguieron a Jesús.


Jesús les respondió: ―Vengan y vean. Ellos fueron con él, vieron dónde vivía, y puesto que eran como las cuatro de la tarde, se quedaron con él ese día.


Natanael exclamó: ―Maestro, ¡tú eres el Hijo de Dios! ¡Tú eres el Rey de Israel!


Estos se acercaron a Felipe, que era de Betsaida de Galilea, y le dijeron: ―Señor, queremos ver a Jesús.


Jesús, que ya sabía lo que le iba a pasar, les salió al encuentro. Les preguntó: ―¿A quién buscan?


Jesús volvió a preguntarles: ―¿A quién buscan? Ellos contestaron: ―A Jesús de Nazaret.


Este fue una noche a visitar a Jesús y le dijo: ―Maestro, sabemos que Dios te ha enviado a enseñarnos, porque nadie puede hacer las señales milagrosas que tú haces si Dios no está con él.


Aquéllos fueron a ver a Juan y le dijeron: ―Maestro, el que estaba contigo al otro lado del río Jordán, aquel del que tú mismo hablaste, ahora está bautizando y todos lo siguen.


Mientras tanto, sus discípulos le suplicaban: ―Maestro, come algo.


Cuando lo encontraron al otro lado del lago, le preguntaron: ―Maestro, ¿cuándo llegaste acá?


Pedro bajó entonces. ―Yo soy el hombre que ustedes andan buscando —les dijo—. ¿Qué desean?


Por eso vine tan pronto como llegaron a buscarme. Díganme, pues, qué desean.


Pero Rut replicó: ―No me pidas que te deje y me aparte de ti; adondequiera que tú vayas iré yo, y viviré donde tú vivas; tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios.


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