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Rut 1:6 - Biblia Martin Nieto

Noemí salió de Moab con sus dos nueras para volver a su patria, pues había oído que el Señor se preocupaba de su pueblo, dándole pan.

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Taispeáin Interlinear Bible

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Biblia Reina Valera 1960

Entonces se levantó con sus nueras, y regresó de los campos de Moab; porque oyó en el campo de Moab que Jehová había visitado a su pueblo para darles pan.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Estando en Moab, Noemí se enteró de que el Señor había bendecido a su pueblo en Judá al volver a darle buenas cosechas. Entonces Noemí y sus nueras se prepararon para salir de Moab y regresar a su tierra natal.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Entonces decidió salir de Moab en compañía de sus nueras,

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La Biblia Textual 3a Edicion

Entonces ella se levantó con sus nueras y regresó de los campos de Moab, porque en el campo de Moab oyó que YHVH había visitado a su pueblo para darles pan.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

En los campos de Moab se enteró de que Yahve había visitado a su pueblo y le había dado pan y se dispuso a regresar de los campos de Moab, acompañada de sus dos nueras.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Entonces se levantó con sus nueras, y regresó de los campos de Moab, porque oyó en el campo de Moab que Jehová había visitado a su pueblo para darles pan.

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Rut 1:6
27 Tagairtí Cros  

El Señor visitó a Sara como había dicho, y cumplió en ella cuanto había anunciado.


Jacob hizo esta promesa: 'Si Dios está conmigo, me protege en este viaje que estoy haciendo y me da pan para comer, vestidos para cubrirme


Y bendijo a José diciendo: 'El Dios en cuya presencia anduvieron mis padres Abrahán e Isaac, el Dios que me ha guiado desde mi nacimiento hasta hoy,


José hizo jurar a los hijos de Israel así: 'Ya que Dios vendrá ciertamente en vuestra ayuda, llevaréis de aquí mis huesos'.


Levántate y ten misericordia de Sión, pues ya es hora de que tengas piedad, sí, ya ha llegado la hora.


Él da de comer a sus leales y recuerda siempre su alianza.


Bendeciré con generosidad sus provisiones y a sus pobres los hartaré de pan;


Los ojos de todos están fijos en ti y tú les das a su tiempo la comida;


que hace justicia a los oprimidos y da pan a los hambrientos. El Señor da la libertad a los presos,


hace reinar la paz en tus fronteras y te sacia con la flor del trigo;


'Anda, reúne a los ancianos de Israel y diles: El Señor, Dios de vuestros padres, el Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob, se me ha aparecido y me ha dicho: Os he visitado y he visto lo que se os hace en Egipto.


El pueblo creyó, y comprendiendo que el Señor había visitado a los israelitas y había visto su opresión, se postraron y adoraron.


Aleja de mí falsedad y mentira, no me des pobreza ni riqueza. Concédeme el pan necesario,


Como la lluvia y la nieve descienden del cielo y no vuelven allá sin empapar la tierra, sin fecundarla y hacerla germinar para que dé sementera al sembrador y pan para comer,


Esto dice el Señor: Cuando terminen los setenta años concedidos a Babilonia, yo me ocuparé de vosotros y cumpliré en vosotros mi promesa de restituiros a este lugar.


Respondió a su pueblo: 'Yo os mandaré vino, trigo y aceite; os hartaréis de ello, y no haré más de vosotros la burla de las gentes.


Y el litoral será para el resto de la casa de Judá: allí apacentarán el ganado, y por la tarde reposarán en la casa de Ascalón, porque el Señor, su Dios, les visitará y los hará volver de su destierro.


Danos hoy nuestro pan de cada día,


'Bendito sea el Señor, / Dios de Israel, / porque ha intervenido para liberar a su pueblo; /


y te echarán al suelo. Matarán a todos tus habitantes y no dejarán de ti piedra sobre piedra, porque no has conocido el tiempo en el que Dios te ha visitado'.


Debemos contentarnos con tener lo suficiente para comer y vestir.


Comportaos ejemplarmente en medio de los paganos, para que lo mismo que os calumnian como malhechores, al ver vuestras buenas obras glorifiquen a Dios el día que venga a visitarlos.


A los diez años murieron también Majlón y Kilión, y Noemí se quedó sin hijos y sin marido.


Salió con sus dos nueras del lugar de su emigración y, de camino hacia la tierra de Judá,


El Señor bendijo a Ana, que concibió y dio a luz tres hijos y dos hijas. El joven Samuel crecía en la presencia del Señor.