Y se decían unos a otros: 'Verdaderamente estamos pagando lo que hicimos con nuestro hermano. Lleno de angustia nos pedía clemencia, y no le hicimos caso. Por eso nos ha venido esta desgracia'.
Proverbios 14:10 - Biblia Martin Nieto El corazón conoce sus propias amarguras, y en su alegría no puede participar el extraño. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 El corazón conoce la amargura de su alma; Y extraño no se entremeterá en su alegría. Biblia Nueva Traducción Viviente Cada corazón conoce su propia amargura, y nadie más puede compartir totalmente su alegría. Biblia Católica (Latinoamericana) El corazón conoce su propia pena, y su alegría nadie podrá compartirla. La Biblia Textual 3a Edicion El corazón conoce su propia amargura, Y en su alegría no participa el extraño. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cada corazón tiene su pena, y no comparte su alegría con extraños. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El corazón conoce su propia amargura; y extraño no se entrometerá en su alegría. |
Y se decían unos a otros: 'Verdaderamente estamos pagando lo que hicimos con nuestro hermano. Lleno de angustia nos pedía clemencia, y no le hicimos caso. Por eso nos ha venido esta desgracia'.
Llegó adonde estaba el hombre de Dios en el monte, y se abrazó a sus pies. Guejazí fue a separarla, pero el hombre de Dios dijo: 'Déjala, porque está muy apenada; pero el Señor me lo ha tenido oculto y nada me ha manifestado'.
Mi alma siente asco de mi vida; quiero dar libre curso a mis lamentos, derramaré la amargura de mi alma.
Y otros mueren con el alma amargada, sin haber gozado de la felicidad.
Por eso no cerraré mi boca, voy a quejarme en la amargura de mi alma.
El espíritu del hombre le sostiene en su enfermedad; pero al espíritu abatido, ¿quién le sostendrá?
El espíritu me levantó y me arrebató; iba yo amargado, con el ánimo lleno de excitación, mientras la mano del Señor pesaba fuertemente sobre mí.
Ahora estoy profundamente angustiado. ¿Y qué voy a decir? ¿Pediré al Padre que me libre de esta hora? No, pues para esto precisamente he llegado a esta hora.
Jesús le contestó: 'El que me ama guardará mi doctrina, mi Padre lo amará y mi Padre y yo vendremos a él y viviremos en él.
Y la paz de Dios, que sobrepasa toda inteligencia, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
al que amáis y en el que creéis sin haberlo visto por el que os alegráis con un gozo inenarrable y radiante,
El que tenga oídos que oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias. Al vencedor le daré el maná escondido y una piedra blanca, y en la piedra escribiré un nombre nuevo, que sólo conoce el que la recibe.
Ella, con el alma llena de amargura y bañada en lágrimas, se puso a rezar al Señor,
Ana respondió: 'No, señor mío; soy una mujer desgraciada; no he bebido vino ni licor; estoy desahogando mi corazón ante el Señor.