Los discípulos de los profetas de Jericó lo vieron desde el otro lado, y exclamaron: 'El espíritu de Elías se ha posado sobre Eliseo'. Le salieron al encuentro y se prosternaron ante él rostro en tierra.
Números 11:25 - Biblia Martin Nieto El Señor bajó en la nube y habló a Moisés. Tomó una parte del espíritu que tenía Moisés y se la dio a los setenta ancianos. Cuando el espíritu se posó sobre ellos se pusieron a profetizar, pero no continuaron. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces Jehová descendió en la nube, y le habló; y tomó del espíritu que estaba en él, y lo puso en los setenta varones ancianos; y cuando posó sobre ellos el espíritu, profetizaron, y no cesaron. Biblia Nueva Traducción Viviente Después el Señor descendió en la nube y le habló a Moisés. Entonces les dio a los setenta ancianos del mismo Espíritu que estaba sobre Moisés; y cuando el Espíritu se posó sobre ellos, los ancianos profetizaron; pero esto nunca volvió a suceder. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces Yavé bajó en la nube y habló, luego tomó del espíritu que estaba en Moisés y lo puso en los setenta hombres ancianos. Cuando el espíritu se posó sobre ellos, se pusieron a profetizar, pero después no lo hicieron más. La Biblia Textual 3a Edicion YHVH descendió en la nube y le habló. Luego tomó del Espíritu que había sobre él y lo puso sobre los setenta ancianos, y en cuanto el Espíritu descansó sobre ellos profetizaron, pero después no continuaron.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Yahveh descendió en la nube y le habló; tomó del espíritu que había en él y lo puso sobre los setenta ancianos. Tan pronto como el espíritu se posó en ellos, comenzaron a profetizar, pero sólo lo hicieron aquella vez. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces Jehová descendió en la nube, y le habló; y tomó del espíritu que estaba en él, y lo puso en los setenta varones ancianos; y fue que, cuando posó sobre ellos el espíritu, profetizaron, y no cesaron. |
Los discípulos de los profetas de Jericó lo vieron desde el otro lado, y exclamaron: 'El espíritu de Elías se ha posado sobre Eliseo'. Le salieron al encuentro y se prosternaron ante él rostro en tierra.
Les diste tu espíritu bueno para instruirlos; no negaste el maná a su boca y les procuraste agua para calmar su sed.
Les hablaba en la columna de nube, guardaban sus preceptos y las leyes que les había dado.
¡Si tú quisieras, a pesar de todo, perdonar su pecado! Si no, bórrame del libro que has escrito'.
El Señor bajó en la nube y se paró junto a él, y Moisés proclamó el nombre de El Señor.
La nube del Señor se posaba de día sobre el tabernáculo, y durante la noche brillaba como fuego a la vista de toda la casa de Israel en todas las etapas del viaje.
Ellos se acordaron de los días de antaño, de su siervo Moisés. ¿Dónde está aquel que sacó del mar al pastor de su rebaño? ¿Dónde el que puso dentro de él su santo espíritu?;
Y setenta hombres de los ancianos de la casa de Israel, entre los cuales se encontraba Jazanías, hijo de Safán, estaban de pie ante aquéllos, cada uno con su incensario en la mano, del cual subía el perfume del incienso.
Yo bajaré, hablaré contigo y tomaré una parte del espíritu que tú tienes y se la daré a ellos para que compartan contigo el peso de este pueblo y no lo lleves tú solo.
El Señor bajó en la columna de nube y se paró a la entrada de la tienda. Llamó a Aarón y a María, y los dos se acercaron.
Moisés se levantó, se acercó a Datán y Abirán, seguido por los ancianos de Israel,
Levantó los ojos y vio a Israel acampado por tribus; el espíritu del Señor vino sobre él,
El Señor respondió a Moisés: 'Toma a Josué, hijo de Nun, sobre quien reside el espíritu, y pon tu mano sobre él.
Se levantó uno de ellos, llamado Agabo, y, movido por el Espíritu, anunció que iba a sobrevenir sobre toda la tierra una gran escasez. Fue la que vino en tiempo de Claudio.
Los que hablan en nombre de Dios deben estar sometidos a los que tienen ese don,
Todo don excelente y todo don perfecto viene de lo alto, del Padre de las luces, en el que no hay cambio ni sombra de variación.
pues los profetas nunca hablaron por su propia cuenta, sino que hablaron de parte de Dios movidos por el Espíritu Santo.
El espíritu del Señor vino sobre él, fue juez de Israel y salió a combatir contra Cusán Risatayín, rey de Edón; el Señor se lo puso en sus manos y lo derrotó.
Cuando llegaron a Guibeá se encontraron con un grupo de profetas; el espíritu del Señor se apoderó de Saúl, y profetizó como ellos.