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Números 27:18 - Biblia Martin Nieto

18 El Señor respondió a Moisés: 'Toma a Josué, hijo de Nun, sobre quien reside el espíritu, y pon tu mano sobre él.

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Biblia Reina Valera 1960

18 Y Jehová dijo a Moisés: Toma a Josué hijo de Nun, varón en el cual hay espíritu, y pondrás tu mano sobre él;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

18 El Señor le respondió: —Toma a Josué, hijo de Nun, en quien está el Espíritu, y pon tus manos sobre él.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

18 Yavé respondió a Moisés: 'Llama a Josué, hijo de Nun, hombre en que está el Espíritu, y pon tu mano sobre él.

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La Biblia Textual 3a Edicion

18 Y YHVH respondió a Moisés: Toma a Josué° ben Nun, varón en el cual hay espíritu, e impondrás tu mano sobre él,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 Yahveh dijo a Moisés: 'Toma a Josué, hijo de Nun, hombre en quien está el espíritu, y pon tu mano sobre él.

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Números 27:18
32 Tagairtí Cros  

Y el Faraón les dijo: '¿Encontraremos un hombre en quien esté el espíritu de Dios como en éste?'.


Moisés dijo a Josué: 'Escoge hombres y sal a luchar contra Amalec. Yo estaré en la cima de la colina teniendo en la mano el bastón de Dios'.


He oído decir que tú posees el espíritu de Dios y que tienes una intuición, una inteligencia y una sabiduría extraordinarias.


Yo bajaré, hablaré contigo y tomaré una parte del espíritu que tú tienes y se la daré a ellos para que compartan contigo el peso de este pueblo y no lo lleves tú solo.


Éstos son los nombres de los exploradores que Moisés envió a reconocer la tierra. Moisés dio a Osea, hijo de Nun, el nombre de Josué.


de la tribu de Efraín, Osea, hijo de Nun;


le impuso las manos y le dio el cargo, tal como el Señor le había ordenado por medio de Moisés.


Porque el que Dios ha enviado dice las palabras de Dios, pues Dios le ha dado su espíritu sin medida.


Entonces, después de haber ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron.


Cuando Pablo les impuso las manos, descendió sobre ellos el Espíritu Santo y se pusieron a hablar en lenguas extrañas y a profetizar.


Elegid, pues, cuidadosamente entre vosotros, hermanos, siete hombres de buena reputación, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, y nosotros les encomendaremos este servicio;


los presentaron a los apóstoles, los cuales, después de orar, les impusieron las manos.


Por culpa vuestra, el Señor se irritó incluso contra mí, y me dijo: Tampoco tú entrarás en ella.


'Entonces di esta orden a Josué: Con tus ojos has visto todo lo que el Señor, vuestro Dios, ha hecho con esos dos reyes. Así hará también el Señor con todos los reinos por los que vas a pasar.


Da instrucciones a Josué, dale ánimo y valor, pues es él quien pasará a la cabeza del pueblo para poner en sus manos la tierra que ves'.


El Señor dijo a Moisés: 'Se avecina el día de tu muerte. Llama a Josué, y presentaos ante la tienda de la reunión para que yo le dé mis órdenes'. Moisés y Josué se presentaron ante la tienda de la reunión.


Y el Señor dio estas órdenes a Josué, hijo de Nun: 'Sé fuerte y ten ánimo, pues tú eres quien debe llevar a los israelitas a la tierra que les he prometido; yo estaré contigo'.


Es el Señor, tu Dios, quien lo pasará delante de ti; es él quien destruirá estas naciones para que tú ocupes su territorio. Será Josué el que irá a tu cabeza, como te ha dicho el Señor.


Josué, hijo de Nun, estaba lleno del espíritu de sabiduría, porque Moisés le había impuesto las manos. A él obedecieron los israelitas, como lo había ordenado Moisés.


No descuides el carisma que has recibido y que se te confirió en virtud del Espíritu, cuando te impusieron las manos los presbíteros de la Iglesia.


No impongas a nadie las manos sin haberlo pensado muy bien; no te hagas cómplice de los pecados ajenos. Consérvate honesto.


de la doctrina sobre los bautismos y la imposición de las manos, de la resurrección de los muertos y del juicio eterno.


Lo mismo que obedecimos en todo a Moisés, así te obedeceremos a ti. Únicamente, que el Señor, tu Dios, esté contigo como estuvo con Moisés.


El espíritu del Señor vino sobre Jefté, que recorrió Galaad y Manasés, pasó a Mispá de Galaad, y de allí al territorio de los amonitas.


El espíritu del Señor vino sobre él, fue juez de Israel y salió a combatir contra Cusán Risatayín, rey de Edón; el Señor se lo puso en sus manos y lo derrotó.


Uno de los jóvenes le dijo: 'Yo conozco a un hijo de Jesé, el de Belén, que toca muy bien la cítara; es valiente y hombre de guerra, sabio en sus palabras, de buena presencia, y el Señor está con él'.


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