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Éxodo 32:32 - Biblia Martin Nieto

32 ¡Si tú quisieras, a pesar de todo, perdonar su pecado! Si no, bórrame del libro que has escrito'.

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Biblia Reina Valera 1960

32 que perdones ahora su pecado, y si no, ráeme ahora de tu libro que has escrito.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

32 Ahora, si solo perdonaras su pecado; pero si no, ¡borra mi nombre del registro que has escrito!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

32 Con todo, dígnate perdonar su pecado..., pero si no, bórrame del libro que has escrito.

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La Biblia Textual 3a Edicion

32 Pero ahora, perdona su pecado… Si no, ¡bórrame ahora de tu libro que has escrito!°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

32 Pero ¡si quisieras perdonar su pecado! Y si no, bórrame del libro que tienes escrito'.

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Éxodo 32:32
26 Tagairtí Cros  

tú me veías cuando era tan sólo un embrión, todos mis días estaban escritos en tu libro, mis días estaban escritos y contados antes de que ninguno de ellos existiera.


Dales lo que su culpa merece, aplasta, oh Dios, en tu cólera a los pueblos.


Impútales delito tras delito, que no alcancen tu perdón;


Déjame que se encienda mi ira contra ellos y los aniquile, mientras que de ti haré un gran pueblo'.


El que quede en Sión y sobreviva en la ciudad será llamado santo, será inscrito para sobrevivir en Jerusalén.


Caerá mi mano sobre los profetas que tienen visiones falsas y anuncian presagios mentirosos, no serán admitidos en el consejo de mi pueblo, no serán inscritos en el libro de la casa de Israel, ni entrarán en la tierra de los hijos de Jacob, y sabréis que yo soy el Señor Dios.


En aquel tiempo surgirá Miguel, el gran príncipe, que hace guardia sobre los hijos de tu pueblo. Será aquél un período de angustia como no lo hubo desde que existen las naciones hasta aquel día. Entonces serán salvados, de entre el pueblo, todos aquellos que se hallen inscritos en el libro.


Terminaban ellas de comer la hierba de la tierra, cuando yo dije: '¡Señor Dios, perdona, te ruego! ¿Cómo podrá subsistir Jacob, siendo tan pequeño?'.


Así hablaban entre sí los que temen a Dios. Pero el Señor puso atención y escuchó, y se escribió ante él un libro en el que están registrados los que le temen y respetan su nombre.


Ellos constituirán -dice el Señor todopoderoso- mi propiedad en el día aquel que yo preparo; sí, los perdonaré como un hombre perdona a su hijo que le sirve.


¡Si me vas a tratar así, prefiero la muerte! ¡Si he hallado gracia a tus ojos, haz que termine mi aflicción!'.


El Señor bajó en la nube y habló a Moisés. Tomó una parte del espíritu que tenía Moisés y se la dio a los setenta ancianos. Cuando el espíritu se posó sobre ellos se pusieron a profetizar, pero no continuaron.


Perdona, pues, el pecado de este pueblo según tu gran misericordia, como desde Egipto hasta aquí lo has perdonado'.


Pero no os alegréis de que los espíritus os estén sometidos; alegraos más bien de que vuestros nombres están escritos en el cielo'.


Jesús decía: 'Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen'. Y se repartieron sus vestidos a suertes.


Quisiera ser objeto de maldición, separado incluso de Cristo, por el bien de mis hermanos, los de mi propia raza;


Por eso, cuando el Señor, tu Dios, te haya puesto a seguro de todos tus enemigos que te rodean, en la tierra que está para darte en heredad, borrarás el recuerdo de Amalec de debajo del cielo. No lo olvides.


El Señor lo separará de las tribus de Israel para su perdición, según las maldiciones de la alianza escritas en este libro de la ley.


déjame que lo destruya y borre su nombre de la tierra, y te daré una nación más fuerte y más numerosa que ese pueblo.


Y a ti, leal compañero, te ruego que prestes tu ayuda a éstas, que han trabajado mucho en el evangelio conmigo y con Clemente y demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida.


La bestia que has visto era, pero ya no es; va a subir del abismo y a encaminarse hacia su ruina. Los habitantes de la tierra, cuyos nombres no están escritos en el libro de la vida desde la fundación del mundo, se llenarán de estupor cuando vean reaparecer a la bestia que era y ya no es.


En ella no entrará nada impuro ni quien comete abominación o mentira, sino únicamente quienes han sido inscritos en el libro de la vida del cordero.


Y si alguno quita algo de las palabras de este libro profético, Dios quitará su parte del árbol de la vida y de la ciudad santa, descritas en este libro.


El vencedor será revestido de vestiduras blancas, yo no borraré jamás su nombre del libro de la vida y reconoceré su nombre delante de mi Padre y de los ángeles.


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