Y añadió: '¡El que tenga oídos que oiga!'.
Entonces les dijo: El que tiene oídos para oír, oiga.
Luego les dijo: «El que tenga oídos para oír, que escuche y entienda».
Y Jesús agregó: El que tenga oídos para oír, que escuche.
Y decía: El que tiene oídos para oír, oiga.
Y añadía: 'El que tenga oídos para oír, que oiga'.
Y les dijo: El que tiene oídos para oír, oiga.
¡El que tenga oídos que oiga!'.
Llamó a la gente y les dijo: 'Oíd y entended:
Cuando se quedó a solas, los doce y los que estaban a su alrededor le preguntaron el significado de las parábolas.
'Escuchad: Salió el sembrador a sembrar
Otra parte cayó en tierra buena y dio fruto lozano y crecido, una treinta, otra sesenta y otra ciento'.
¡El que tenga oídos para oír que oiga!'.
Mirad bien cómo escucháis; porque al que tiene se le dará más, y al que no tiene se le quitará aun lo que cree que tiene'.
El que tenga oídos que oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias. El vencedor no será víctima de la segunda muerte.
El que tenga oídos que oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias. Al vencedor le daré a comer del árbol de la vida, que está en el paraíso de Dios.
El que tenga oídos que oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias.