Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Apocalipsis 2:11 - Biblia Martin Nieto

11 El que tenga oídos que oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias. El vencedor no será víctima de la segunda muerte.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

11 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

11 »Todo el que tenga oídos para oír debe escuchar al Espíritu y entender lo que él dice a las iglesias. Los que salgan vencedores no sufrirán daño de la segunda muerte.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

11 El que tenga oídos, escuche este mensaje del Espíritu a las Iglesias: 'El vencedor no tiene nada que temer de la segunda muerte.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

11 El que tiene oído, oiga qué dice el Espíritu a las iglesias. El que venza, no sufrirá daño de la muerte segunda.°

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 Quien tenga oídos, oiga lo que dice el Espíritu a las Iglesias. El que venza, no sufrirá daño de la muerte segunda'.

Féach an chaibidil Cóip




Apocalipsis 2:11
16 Tagairtí Cros  

¡El que tenga oídos que oiga!'.


¡El que tenga oídos que oiga!'.


Y añadió: '¡El que tenga oídos que oiga!'.


¡El que tenga oídos para oír que oiga!'.


Y otra cayó en tierra buena, nació y dio fruto, el ciento por uno'. Dicho esto, exclamó: '¡El que tenga oídos que oiga!'.


El que tenga oídos que oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias. Al vencedor le daré el maná escondido y una piedra blanca, y en la piedra escribiré un nombre nuevo, que sólo conoce el que la recibe.


El que tenga oídos que oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias. Al vencedor le daré a comer del árbol de la vida, que está en el paraíso de Dios.


La muerte y el abismo fueron arrojados al estanque de fuego: el estanque de fuego es la segunda muerte.


Dichoso y santo el que tiene parte en la primera resurrección; sobre éstos no tiene poder la segunda muerte, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, con el que reinarán mil años.


El vencedor heredará estas cosas; yo seré su Dios, y él será mi hijo.


Pero los cobardes, los incrédulos, los depravados, los homicidas, los lujuriosos, los hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su herencia en el estanque ardiente de fuego y de azufre: ésta es la segunda muerte'.


Al vencedor le haré columna del templo de mi Dios, y no saldrá más; escribiré sobre él el nombre de mi Dios, el nombre de la ciudad de mi Dios -la nueva Jerusalén, que baja del cielo de junto a mi Dios- y mi nombre nuevo.


El que tenga oídos que oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias.


El vencedor será revestido de vestiduras blancas, yo no borraré jamás su nombre del libro de la vida y reconoceré su nombre delante de mi Padre y de los ángeles.


El que tenga oídos que oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí