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Josué 14:6 - Biblia Martin Nieto

Los hijos de Judá acudieron a Josué en Guilgal; y Caleb, hijo de Jefoné el queniceo, le dijo: 'Tú sabes lo que el Señor dijo a Moisés, hombre de Dios, acerca de ti y de mí en Cades Barne.

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Biblia Reina Valera 1960

Y los hijos de Judá vinieron a Josué en Gilgal; y Caleb, hijo de Jefone cenezeo, le dijo: Tú sabes lo que Jehová dijo a Moisés, varón de Dios, en Cades-barnea, tocante a mí y a ti.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Una delegación de la tribu de Judá, dirigida por Caleb, hijo de Jefone, el cenezeo, se presentó ante Josué, quien estaba en Gilgal. Caleb le dijo a Josué: «Recuerda lo que el Señor le dijo a Moisés, hombre de Dios, acerca de ti y de mí cuando estábamos en Cades-barnea.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Los hijos de Judá fueron a ver a Josué en Guilgal y Caleb hijo de Jefoné, el quenisita, le dijo: 'Tú sabes lo que Yavé dijo a Moisés, el hombre de Dios, respecto a mí y a ti cuando estábamos en Cadés-Barne.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y los hijos de Judá acudieron a Josué en Gilgal, y Caleb ben Jefone, el ceneceo le dijo: Tú sabes lo que YHVH dijo a Moisés, varón de Dios, respecto a mí y a ti en Cades Barnea.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Los hijos de Judá se presentaron a Josué, en Guilgal, y Caleb, hijo de Yefoné, el quenizeo, le dijo: 'Tú bien sabes lo que dijo Yahveh a Moisés, varón de Dios, en lo tocante a mí y a ti, en Cades Barnea.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y los hijos de Judá vinieron a Josué en Gilgal; y Caleb, hijo de Jefone cenezeo, le dijo: Tú sabes lo que Jehová dijo a Moisés, varón de Dios, en Cades-barnea, tocante a mí y a ti.

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Josué 14:6
30 Tagairtí Cros  

Mientras Jeroboán estaba de pie junto al altar, quemando incienso, un hombre de Dios llegó de Judá a Betel por orden del Señor,


fue en seguimiento del hombre de Dios, y lo encontró sentado bajo un terebinto. '¿Eres tú -le dijo- el hombre de Dios que ha llegado de Judá?'. 'Yo soy', respondió.


Eliseo le dijo: 'El año próximo, por estas fechas, tendrás en brazos un hijo'. Ella respondió: 'No, señor mío, hombre de Dios, no engañes a tu sierva'.


Un hombre llegó de Baal Salisá, trayendo al hombre de Dios el pan de las primicias, veinte panes de cebada y espigas nuevas en su alforja. Eliseo ordenó: 'Dalo a las gentes para que coman'.


Aquella mujer dijo a su marido: 'Mira, me he dado cuenta de que es un hombre de Dios, un santo, ese que pasa siempre por nuestra casa.


Entonces levantó su cabeza, permaneció largo rato en silencio y, al fin, el hombre de Dios se echó a llorar.


Eliseo fue a Damasco. Ben Hadad, rey de Siria, que estaba enfermo, recibió la noticia de que había llegado el hombre de Dios.


Moisés fue un hombre de Dios, y sus hijos fueron computados con la tribu de Leví.


Oración de Moisés, hombre de Dios


y los llevé al templo del Señor, a la sala de Benhanán, hombre de Dios, la que está junto a la sala de los dignatarios, encima de la de Maasías, hijo de Salún, guardián de la puerta.


Se presentaron a Moisés, a Aarón y a toda la comunidad de los israelitas en el desierto de Farán, en Cades; les informaron detalladamente de todo, y les mostraron los productos de la tierra.


Caleb hizo callar al pueblo, que se oponía a Moisés, y dijo: 'Subiremos y la conquistaremos, pues somos capaces de ello'.


de la tribu de Judá, Caleb, hijo de Jefoné;


Pero a mi siervo Caleb, que está animado de otro espíritu y me ha obedecido fielmente, lo llevaré a la tierra en la que ha estado, y su descendencia la poseerá. (Los amalecitas y los cananeos habitaban entonces la llanura).


Os juro que no entraréis en la tierra en la que, mano en alto, había jurado estableceros, excepto Caleb, hijo de Jefoné, y Josué, hijo de Nun.


Y Josué, hijo de Nun, y Caleb, hijo de Jefoné, que habían estado entre los exploradores de la tierra, se rasgaron las vestiduras


pues el Señor había dicho: 'Éstos morirán en el desierto y no quedará ninguno, excepto Caleb, hijo de Jefoné, y Josué, hijo de Nun'.


excepción de Caleb, hijo de Jefoné, el quenizita, y Josué, hijo de Nun, que han seguido los caminos del Señor sin desfallecer.


Ésta es la bendición que Moisés, hombre de Dios, pronunció sobre los israelitas antes de morir.


No ha vuelto a aparecer en Israel un profeta como Moisés, con el cual el Señor trataba cara a cara;


Moisés, siervo de Dios, murió allí, en la tierra de Moab, como lo había dispuesto el Señor.


Pero tú, hombre de Dios, huye de estas cosas, y practica la justicia, la religiosidad, la fe, el amor, la paciencia, la amabilidad.


a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, dispuesto a hacer siempre el bien.


Después Josué y todos los israelitas volvieron al campamento de Guilgal.


Por eso Hebrón es posesión de Caleb, hijo de Jefoné, el queniceo, hasta el día de hoy, porque fue fiel al Señor, Dios de Israel.


La tomó Otoniel, hijo de Quenaz, hermano de Caleb, y le dio a su hija Acsá por mujer.


El pueblo salió del Jordán el día diez del primer mes y fijó su campamento en Guilgal, al este de Jericó.