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Jeremías 2:19 - Biblia Martin Nieto

Tus iniquidades te castigan, tus infidelidades te condenan. Date cuenta, comprende qué funesto es y qué amargo abandonar al Señor tu Dios, no tener ya temor de mí, dice el Señor Dios todopoderoso.

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Biblia Reina Valera 1960

Tu maldad te castigará, y tus rebeldías te condenarán; sabe, pues, y ve cuán malo y amargo es el haber dejado tú a Jehová tu Dios, y faltar mi temor en ti, dice el Señor, Jehová de los ejércitos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Tu perversidad traerá su propio castigo. El haberte alejado de mí te avergonzará. Verás qué malo y amargo es abandonar al Señor tu Dios y no temerle. ¡Yo, el Señor, el Señor de los Ejércitos Celestiales, he hablado!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Tus mismas faltas te castigan y tus infidelidades te condenan. Reconoce y comprueba cuán malo y amargo resulta abandonar a Yavé, tu Dios, y dejar de temerme a mí, palabra de Yavé Sabaot.

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La Biblia Textual 3a Edicion

¡Repréndate tu maldad! ¡Condénente tus apostasías! Considera y reconoce cuán malo y amargo Es haber abandonado a YHVH tu Dios, Y no tener temor de mí, Dice Adonay YHVH Sebaot.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Tu propia maldad te castiga, tus apostasías te escarmientan. Reconoce y advierte que es malo y amargo el haber dejado a Yahveh, tu Dios, y que en ti no se halle mi temor -oráculo del Señor Yahveh Sebaot-.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Tu maldad te castigará, y tus rebeldías te condenarán; sabe, pues, y ve cuán malo y amargo es el haber dejado tú a Jehová tu Dios, y faltar mi temor en ti, dice el Señor, Jehová de los ejércitos.

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Jeremías 2:19
40 Tagairtí Cros  

Elías replicó: 'Yo no soy portador de desdichas de Israel; lo eres tú y la casa de tu padre, por haber abandonado los mandamientos del Señor y haber dado culto a los baales.


El profeta Semayas se presentó a Roboán y a los jefes de Judá, que ante el avance de Sesac se habían refugiado en Jerusalén, y les dijo: 'Esto dice el Señor: Vosotros me habéis abandonado a mí, y yo a mi vez os he abandonado en manos de Sesac'.


Edón se independizó de Judá hasta el día de hoy. También entonces se independizó Libná, pues Jorán había abandonado al Señor, Dios de sus padres.


Amasías le interrumpió: '¿Has sido nombrado acaso consejero del rey? Termina ya, si no quieres que te mate'. El profeta se calló, pero antes dijo: 'Ya veo que Dios ha decidido tu perdición, porque has hecho esto y no has escuchado mi consejo'.


Al maestro de coro; del siervo del Señor. De David


Los israelitas se despojaron de sus galas a partir del monte Horeb.


comerán el fruto de sus errores y se hartarán de sus propios consejos.


Porque el desvío de los inexpertos los mata, y el descuido de los necios los lleva a la ruina;


Sus propias injusticias cautivan al injusto, en los lazos de sus crímenes está prisionero.


Su rostro descarado los delata; como Sodoma descubren sus pecados, no los ocultan. ¡Ay de ellos, que su propia desgracia están fraguando!


Ahora, pues, os diré qué voy a hacer con mi viña: le quitaré el seto, y servirá de pasto; derribaré la tapia, y será pisoteada.


Esto dice el Señor: ¿Dónde está el acta de divorcio por la que yo he despedido a vuestra madre? O ¿cuál es mi acreedor a quien yo os haya vendido? Por vuestras culpas fuisteis vendidos, por vuestros pecados fue despedida vuestra madre.


Y yo pronunciaré mis sentencias contra ellas, contra toda su malicia, porque me han abandonado para quemar incienso a dioses extraños, para postrarse ante la obra de sus manos.


Acaso digas en tu corazón: ¿Por qué me suceden tales desventuras? Por la multitud de tus iniquidades han levantado tus vestidos y has sido violada.


¿No te ha sucedido esto por haber abandonado al Señor tu Dios, cuando él te guiaba por el camino?


Volved, hijos rebeldes, yo curaré vuestras rebeldías. 'Aquí estamos, a ti venimos, porque tú eres el Señor, nuestro Dios.


Tu conducta, tus acciones te han merecido esto. He ahí tu maldad: amargura es que el corazón te punza.


¿No lograréis temerme -dice el Señor-, no temblaréis ante mí, que he puesto la arena como límite al mar, como barrera eterna que no ha de traspasar? Por más que se agita, es impotente; sus olas braman, mas no la rebasarán.


No han dicho en su corazón: 'Temamos al Señor nuestro Dios, que nos manda la lluvia, la lluvia temprana y la lluvia tardía a su tiempo, y que nos concede las semanas justas para la cosecha'.


Por eso el león de la selva los asalta, el lobo del desierto los destroza, el leopardo está al acecho ante sus ciudades; todo el que sale fuera es despedazado; porque son muchos sus delitos, abundantes sus rebeldías.


¿Acaso me hieren sólo a mí -dice el Señor-, y no más bien a sí mismos, para su propia vergüenza?


¿Por qué este pueblo se rebela tercamente? Se aferran al engaño y no quieren arrepentirse.


han sido la causa de todo esto, porque, prostituyéndote ante las naciones, te has contaminado con sus ídolos.


Los traté según sus inmundicias y sus pecados; por esto, les volví la espalda.


Mi pueblo se inclina a la apostasía; gritan a lo alto, pero nadie los levanta.


Voy a destruirte, Israel; ¿quién vendrá en tu socorro?


Samaría será castigada porque se ha rebelado contra su Dios. Caerán a espada, sus niños serán estrellados y reventadas sus mujeres encinta.


Porque Israel se ha torcido como novilla indómita; ¿cómo los va a apacentar el Señor como a un cordero en ancha pradera?


La arrogancia de Israel testifica contra él, la iniquidad de Efraín le hace vacilar, y Judá caerá también con ellos.


No piensan en su corazón que yo llevo cuenta de todas sus maldades. Ahora les acorralan sus obras, ante mi rostro están presentes.


No te alegres, Israel, no te regocijes como los gentiles, pues tú te has prostituido abandonando a tu Dios; has amado el salario de la prostitución en todas las eras de grano.


Cambiaré en duelo vuestras fiestas y en lamentos todos vuestros cánticos; cubriré de saco todos vuestros lomos y toda cabeza de calvicie; haré de este duelo un duelo de hijo único, y su final será como día de amargura.


Todo esto por la rebeldía de Jacob, por los pecados de la casa de Israel. ¿Cuál es la rebeldía de Jacob? ¿No es acaso Samaría? ¿Cuál es el pecado de Judá? ¿No es acaso Jerusalén?


Pero ellos no quisieron atender, volvieron la espalda y se hicieron los sordos.


El temor de Dios no existe para ellos.


Pero vosotros me abandonasteis para adorar a otros dioses. Por eso no os salvaré ya más.