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Oseas 9:1 - Biblia Martin Nieto

1 No te alegres, Israel, no te regocijes como los gentiles, pues tú te has prostituido abandonando a tu Dios; has amado el salario de la prostitución en todas las eras de grano.

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Biblia Reina Valera 1960

1 No te alegres, oh Israel, hasta saltar de gozo como los pueblos, pues has fornicado apartándote de tu Dios; amaste salario de ramera en todas las eras de trigo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Oh pueblo de Israel, no te alegres como lo hacen otras naciones. Pues has sido infiel a tu Dios, alquilándote como una prostituta y rindiendo culto a otros dioses en cada campo de trillar.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 No te alegres, Israel, no te regocijes como las naciones paganas, porque tú has traicionado a tu Dios y, con tal de que te dieran algo, te entregabas en cualquiera era donde se trillara.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Oh Israel, no te alegres ni te regocijes como los gentiles, Porque te prostituiste abandonando a tu Dios, Y vendiste tus amores en todas las eras del trigo,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 No te alegres, Israel, no te goces como las naciones, pues te prostituiste abandonando a tu Dios, fuiste en busca del salario de prostitución por todas las eras de trigo.

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Oseas 9:1
24 Tagairtí Cros  

Los que se alejan de ti perecerán; tú exterminas a los que te dejan y te son infieles.


El día que los plantas haces que broten y que al día siguiente tu plantación florezca; mas se perderá la cosecha el día de la herida, y el dolor será incurable.


Tus iniquidades te castigan, tus infidelidades te condenan. Date cuenta, comprende qué funesto es y qué amargo abandonar al Señor tu Dios, no tener ya temor de mí, dice el Señor Dios todopoderoso.


Desde antiguo has quebrado tu yugo, has roto tus coyundas y has dicho: 'No quiero servir'. En efecto, sobre toda colina elevada, bajo todo árbol verde te has tumbado como una prostituta.


sino que haremos decididamente todo lo que nos hemos propuesto: quemar incienso y hacer ofrendas de vino a la reina del cielo, tal como hemos hecho nosotros y como hicieron nuestros padres, nuestros reyes y nuestros príncipes en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén. Entonces tuvimos pan hasta hartarnos, éramos felices y no veíamos desventuras.


¡Regocíjate, salta de gozo, hija de Edón, que moras en la tierra de Us! También a ti te llegará tu copa. ¡Te emborracharás y te desnudarás!


Pero tú, confiada en tu belleza y valiéndote de tu fama, te metiste a prostituta y te ofreciste a todo el que pasaba, entregándote a él;


¡Oh, qué débil era tu corazón, dice el Señor Dios, cuando hacías todas estas cosas, dignas de una prostituta desvergonzada!


Y no sucederá lo que pasa por vuestra mente, cuando andáis diciendo: ¡Seremos como las gentes, como los pueblos de los otros países, adoradores del leño y la piedra!


Y todo el mundo sabrá que yo, el Señor, he sacado mi espada de la vaina, ¡no será envainada!


Los habitantes de Samaría temen por el becerro de Bet-Avén; sí, su pueblo está de luto por él, y por él sus sacerdotes se lamentan porque su gloria ha desaparecido.


Descubriré su vergüenza a los ojos de sus amantes, y nadie la salvará de mi mano.


Mi pueblo consulta a su trozo de leño, y su bastón le da respuestas porque un espíritu de prostitución le ha seducido: adoran a los ídolos y abandonan a su Dios.


Sus acciones no les permiten volver a su Dios, pues un espíritu de prostitución hay dentro de ellos y no conocen al Señor.


Han traicionado al Señor, han engendrado hijos bastardos; pero un conquistador los devorará a ellos y a sus campos.


Sólo a vosotros escogí entre todas las familias de la tierra; por eso os pediré cuentas de todas vuestras iniquidades.


quemad panes sin levadura en acción de gracias; pregonad vuestras ofrendas voluntarias, pregonadlas, israelitas, pues eso es lo que os gusta, dice el Señor.


Os regocijáis por nada, y decís: '¿No hemos tomado con nuestra fuerza a Carnáyim?'.


Cambiaré en duelo vuestras fiestas y en lamentos todos vuestros cánticos; cubriré de saco todos vuestros lomos y toda cabeza de calvicie; haré de este duelo un duelo de hijo único, y su final será como día de amargura.


En cambio, presumís de vuestras fanfarronadas. Esta clase de jactancia es mala.


Y vosotros, los ricos, llorad con fuertes gemidos por las desventuras que van a sobreveniros.


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