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Amós 8:10 - Biblia Martin Nieto

10 Cambiaré en duelo vuestras fiestas y en lamentos todos vuestros cánticos; cubriré de saco todos vuestros lomos y toda cabeza de calvicie; haré de este duelo un duelo de hijo único, y su final será como día de amargura.

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Biblia Reina Valera 1960

10 Y cambiaré vuestras fiestas en lloro, y todos vuestros cantares en lamentaciones; y haré poner cilicio sobre todo lomo, y que se rape toda cabeza; y la volveré como en llanto de unigénito, y su postrimería como día amargo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Convertiré sus celebraciones en lamentos y su cantar en llanto. Se vestirán de luto y se raparán la cabeza en señal de dolor, como si su único hijo hubiera muerto. ¡Qué tan amargo será ese día!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Cambiaré sus fiestas en velorio y sus cantos en lamentos. Haré que todo el mundo se vista de saco y que todos se rapen la cabeza. Ese día habrá tanto pesar como en los funerales de un hijo único; y el porvenir no será menos amargo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Convertiré vuestras solemnidades en duelo, Y todos vuestros cánticos en lamentos; Haré vestir cilicio sobre todo lomo, Y que toda cabeza se rape,° Les daré un duelo como por el unigénito, Al término de un amargo día.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Cambiaré en llanto vuestras fiestas, y todos vuestros cantos en lamento; pondré un saco en todas las cinturas, y en todas las cabezas tonsura; haré que haya duelo como por el hijo único, y su fin será como día de amargura.

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Amós 8:10
30 Tagairtí Cros  

y se sentó enfrente, a la distancia de un tiro de arco, diciéndose: 'No puedo ver morir al niño'. Y se sentó enfrente. El niño se puso a llorar a gritos.


Mientras su vientre está llenando, desfogará Dios contra él el ardor de su ira, hará llover sobre su carne sus saetas.


Lo reclamen la tiniebla y la sombra mortal, caiga un nublado sobre él, lo invada súbito un eclipse.


¡Mi arpa ha acompañado a los cantos de duelo, mi flauta a la voz de plañidores!


Y ved lo que sucederá: en lugar de perfume habrá podredumbre; en lugar de cinturón, una cuerda; en lugar de peinados, calvicie; en lugar de vestidos lujosos habrá un saco; en lugar de belleza, la marca de la infamia.


Tus iniquidades te castigan, tus infidelidades te condenan. Date cuenta, comprende qué funesto es y qué amargo abandonar al Señor tu Dios, no tener ya temor de mí, dice el Señor Dios todopoderoso.


Toda cabeza está rasurada, toda barba cortada; en todas las manos hay cortaduras, en todas las cinturas un cilicio.


Hija de mi pueblo, vístete de saco, échate en la ceniza, ponte de luto como por un hijo único, con amargos lamentos. Porque cae de improviso el devastador sobre nosotros.


Se ha acabado la alegría de nuestro corazón, en duelo se ha convertido nuestra danza.


Se ceñirán de saco, mas los cubrirá el terror. Todo rostro será cubierto de vergüenza, toda cabeza será rasurada.


'Hijo de hombre, anuncia: Esto dice el Señor a la tierra de Israel: ¡Se acabó! Ha llegado la hora a los cuatro extremos del país.


Por eso volveré a tomar mi trigo a su tiempo y mi vino a su estación, y recobraré mi lana y mi lino con que ella cubría su desnudez.


Haré cesar todo su regocijo, sus fiestas, sus novilunios, sus sábados y todas sus solemnidades.


¡Laméntate como una virgen vestida de luto por el esposo de su juventud!


'Si a uno se le cae el pelo de la cabeza, se trata simplemente de calvicie, y es puro.


Odio, aborrezco vuestras fiestas, no me agradan vuestras solemnidades.


Aparta de mí el ruido de tus canciones; no quiero oír el sonido de la lira.


En aquel día los cánticos del templo se convertirán en aullidos, -dice el Señor, Dios-. Serán muchos los cadáveres; silenciosamente se los arrojará en cualquier lugar.


porque ellos son como espinos enmarañados; como borrachos en su borrachera, como paja seca serán enteramente consumidos.


Pero entonces infundiré sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusalén un espíritu de buena voluntad y de súplica. Volverán sus ojos hacia el que traspasaron con la espada y harán luto por él como por un hijo único. Y llorarán por Jerusalén como se llora por el primogénito.


Te regocijarás en tu fiesta tú, tu hijo y tu hija, tu siervo y tu sierva, el levita y el extranjero, el huérfano y la viuda que viven en tus ciudades.


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