Pero tú, cíñete la cintura, levántate para decirles todo lo que yo te ordene. No tiembles ante ellos, no sea que te haga yo temblar en su presencia.
Gálatas 2:11 - Biblia Martin Nieto Cuando Pedro vino a Antioquía, yo me enfrenté a él cara a cara y le reprendí. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque era de condenar. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero cuando Pedro llegó a Antioquía, tuve que enfrentarlo cara a cara, porque él estaba muy equivocado en lo que hacía. Biblia Católica (Latinoamericana) Tiempo después, cuando Cefas vino a Antioquía, le enfrenté en circunstancias en que su conducta era reprensible. La Biblia Textual 3a Edicion Pero cuando Cefas° fue a Antioquía, me opuse a él cara a cara, porque era de condenar. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero cuando llegó Cefas a Antioquía me opuse a él abiertamente, porque era digno de reprensión. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí en su cara, porque era de condenar. |
Pero tú, cíñete la cintura, levántate para decirles todo lo que yo te ordene. No tiembles ante ellos, no sea que te haga yo temblar en su presencia.
Jonás partió, pero para huir a Tarsis, lejos del Señor. Llegó a Jafa, donde encontró una nave que se dirigía a Tarsis; pagó su pasaje y se embarcó para ir con ellos a Tarsis, huyendo de la presencia del Señor.
Pero Dios dijo a Jonás: '¿Piensas que tienes razón al enfadarte por este ricino?'. Él respondió: 'Sí, tengo razón de enfadarme hasta la muerte'.
El Señor dijo a Moisés y Aarón: 'Por no haber creído en mí, manifestando mi santidad delante de los israelitas, no llevaréis vosotros a este pueblo a la tierra que yo les doy'.
Pero él, volviéndose, le dijo: '¡Apártate de mí, Satanás!, pues eres un obstáculo para mí, porque tus sentimientos no son los de Dios, sino los de los hombres'.
Y se lo presentó a Jesús. Jesús le miró y dijo: 'Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas' (que significa piedra).
Los que se habían dispersado a causa de la persecución ocurrida con ocasión de Esteban, llegaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, predicando sólo a los judíos.
Pero había entre ellos algunos chipriotas y cirenenses, quienes, llegados a Antioquía, se dirigieron también a los griegos, anunciando a Jesús, el Señor.
Llegó la noticia a oídos de la Iglesia de Jerusalén, y enviaron a Bernabé a Antioquía.
Algunos que vinieron de Judea enseñaban a los hermanos: 'Si no os circuncidáis según el rito de Moisés, no podéis salvaros'.
Algunos de la secta de los fariseos que habían abrazado la fe se levantaron y dijeron que los paganos debían circuncidarse y guardar la ley de Moisés.
He hecho el tonto, pero vosotros me obligasteis. Pues debíais alabarme, ya que en nada les fui en zaga a los más eximios apóstoles, aunque nada soy.
Así que en adelante a nadie conoceremos a lo humano; y si un tiempo conocimos a Cristo a lo humano, ahora ya no lo conocemos así.
Al cabo de tres años fui a Jerusalén para conocer a Pedro, y estuve con él quince días.
Cuando vi que no se portaban conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro en presencia de todos:
Pero ni por un momento les prestamos sumisión, para que la verdad del evangelio persevere entre vosotros.
antes al contrario, vieron que yo había recibido la misión de anunciar el evangelio a los paganos, como Pedro a los judíos,
y Santiago, Pedro y Juan, que eran considerados como columnas, reconocieron que Dios me ha dado este privilegio, y nos dieron la mano a mí y a Bernabé en señal de que estaban de acuerdo en que nosotros nos dedicáramos a los paganos
Reprende públicamente a los que no cumplen con su obligación, para que sirva de escarmiento a los demás.
Todos faltamos de muchas maneras. Si uno no falta en las palabras, es un hombre perfecto, capaz de refrenar también todo su cuerpo.
Queridísimos, tenía un gran deseo de escribiros acerca de nuestra común salvación, y me he visto obligado a hacerlo para exhortaros a luchar por la fe, que de una vez para siempre ha sido transmitida a los creyentes.