Pues yo había dicho a los nobles, a los prefectos y al resto del pueblo: 'La obra es grande y extensa, y estamos diseminados a lo largo de la muralla, lejos unos de otros.
Efesios 6:11 - Biblia Martin Nieto Revestíos de la armadura de Dios para que podáis resistir las tentaciones del diablo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Biblia Nueva Traducción Viviente Pónganse toda la armadura de Dios para poder mantenerse firmes contra todas las estrategias del diablo. Biblia Católica (Latinoamericana) Lleven con ustedes todas las armas de Dios para que puedan resistir las maniobras del diablo. La Biblia Textual 3a Edicion Revestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Revestíos de la armadura de Dios, para que podáis resistir contra las asechanzas del diablo; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo; |
Pues yo había dicho a los nobles, a los prefectos y al resto del pueblo: 'La obra es grande y extensa, y estamos diseminados a lo largo de la muralla, lejos unos de otros.
Surgirán falsos mesías y falsos profetas, y harán señales y prodigios para engañar, si fuera posible, aun a los mismos elegidos.
La noche está avanzada y el día está cerca; por lo tanto, dejemos a un lado las obras de las tinieblas y revistámonos de las armas de la luz.
al contrario, revestíos de Jesucristo, el Señor, y no busquéis satisfacer los bajos instintos.
No os ha llegado ninguna prueba insuperable. Dios es fiel y no permitirá que seáis sometidos a pruebas superiores a vuestras fuerzas; ante la prueba os dará fuerza para superarla.
las armas con que lucho no son humanas, sino divinas; capaces de destruir fortalezas, de deshacer las acusaciones
Pero temo que, como la serpiente engañó con su astucia a Eva, pervierta también vuestros pensamientos y os apartéis de la fidelidad y de la consagración a Cristo.
para que Satanás no se aproveche de todo, pues no ignoramos sus astucias.
para los incrédulos, cuyas inteligencias cegó el dios de este siglo para que no brille el resplandor del evangelio de la gloria de Cristo, que es imagen de Dios.
con la palabra de verdad, con el poder de Dios; mediante las armas ofensivas y defensivas de la justicia;
para que no seamos niños vacilantes y no nos dejemos arrastrar por ningún viento de doctrina al capricho de gente astuta que induce al error;
y revestíos del hombre nuevo, creado según Dios, en justicia y santidad verdadera.
Por esto, recibid la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo y ser perfectos en todo.
para revestiros del hombre nuevo, que se renueva sin cesar a imagen de su creador hasta adquirir el conocimiento perfecto.
Por el contrario, nosotros, hijos del día, seamos sobrios; revistámonos de la coraza de la fe y del amor, cubriéndonos con el yelmo de la esperanza de la salvación.
De ahí proviene que pueda salvar perfectamente a aquellos que por él se acercan a Dios, estando siempre vivo para interceder en su favor.
Someteos, por tanto, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros;
¡Sed sobrios y estad en guardia!. Vuestro enemigo el diablo como león rugiente da vueltas y busca a quién devorar.
Al único Dios, nuestro Salvador, que es poderoso para guardaros sin pecado y presentaros intachables ante su gloria con alegría,
Y fue precipitado a la tierra el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama 'Diablo' y 'Satanás', el seductor del mundo entero, y sus ángeles fueron precipitados con él.
Pero la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta, que con sus prodigios ante la otra bestia había seducido a los que llevaban la marca de la bestia y habían adorado su estatua. Y fueron arrojadas vivas las dos a un estanque de fuego, de azufre ardiente.
En cuanto a vosotros, los demás fieles de Tiatira, todos los que no compartís esta doctrina, que no habéis conocido los secretos de Satanás -como ellos dicen-, declaro que no os impongo otra carga;
(fue únicamente para instruir en el arte de la guerra a los que no habían conocido las guerras de antes).