Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





2 Corintios 4:4 - Biblia Martin Nieto

4 para los incrédulos, cuyas inteligencias cegó el dios de este siglo para que no brille el resplandor del evangelio de la gloria de Cristo, que es imagen de Dios.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

4 en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Satanás, quien es el dios de este mundo, ha cegado la mente de los que no creen. Son incapaces de ver la gloriosa luz de la Buena Noticia. No entienden este mensaje acerca de la gloria de Cristo, quien es la imagen exacta de Dios.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Se niegan a creer, porque el dios de este mundo los ha vuelto ciegos de entendimiento y no ven el resplandor del Evangelio glorioso de Cristo, que es imagen de Dios.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

4 en los cuales el dios° de este mundo° cegó las mentes de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria del Mesías, quien es imagen de Dios.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 en aquellos incrédulos cuya mente obcecó el dios de este mundo, para que no vean el resplandor del evangelio de la gloria de Cristo, que es imagen de Dios.

Féach an chaibidil Cóip




2 Corintios 4:4
42 Tagairtí Cros  

Y él respondió: Saldré y seré espíritu de mentira en la boca de todos tus profetas. Y el Señor dijo: Tú lograrás seducirlo; vete y hazlo así.


Desde Sión, dechado de hermosura, Dios resplandece.


Embota el corazón de este pueblo, endurece su oído, ciega sus ojos, de suerte que no vea con sus ojos, ni oiga con sus oídos, ni entienda con su corazón, ni se convierta, ni se cure.


Lo sembrado entre zarzas es el que oye la palabra, pero las preocupaciones de esta vida y la seducción de la riqueza ahogan la palabra y queda sin fruto.


Y aquel que es la Palabra / se hizo carne, / y habitó entre nosotros, / y nosotros vimos su gloria, / gloria cual de unigénito / venido del Padre, / lleno de gracia y de verdad. /


A Dios nadie lo ha visto jamás; / el Hijo único, que está en el Padre, / nos lo ha dado a conocer.


Ahora es cuando va a ser juzgado este mundo; ahora el príncipe de este mundo va a ser echado fuera.


Jesús les contestó: 'Por poco tiempo está aún la luz entre vosotros. Andad mientras tenéis luz, para que no os sorprendan las tinieblas; que quien camina en tinieblas no sabe adónde va.


Les has cegado sus ojos y has embotado su mente para que sus ojos no vean ni su mente comprenda; así no podrán convertirse ni yo los tendré que sanar.


y el que me ve a mí ve al que me ha enviado.


No hablaré ya muchas cosas con vosotros, porque el príncipe de este mundo está para llegar. No tiene poder sobre mí;


Si no hubiera hecho ante ellos obras que nadie ha hecho, no tendrían culpa. Pero han visto esas obras y, a pesar de todo, me odian a mí y a mi Padre.


y la condena, en que el príncipe de este mundo está ya condenado.


Jesús les habló de nuevo: 'Yo soy la luz del mundo. El que me siga no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida'.


a abrirles los ojos, para que pasen de las tinieblas a la luz y del poder de Satanás a Dios; para que, por la fe en mí, reciban el perdón de los pecados y la herencia entre los consagrados.


que el Mesías tenía que padecer; que sería el primero en resucitar de entre los muertos, y así anunciaría la luz tanto al pueblo como a los paganos'. Juicio de Festo y Agripa.


No, pues los paganos ofrecen sus sacrificios a los demonios y no a Dios, y yo no quiero que entréis en comunión con los demonios.


para que Satanás no se aproveche de todo, pues no ignoramos sus astucias.


Llegué a Tróade para anunciar el evangelio de Cristo; y, aunque se me presentó una ocasión propicia para trabajar por el Señor,


Pues si lo pasajero fue glorioso, mucho más lo será lo permanente.


Pero sus entendimientos se embotaron, y aquel velo permanece de tal modo que les impide comprender el Antiguo Testamento, y no se dan cuenta de que Cristo ha descorrido ya el velo.


Y todos nosotros, con la cara descubierta, reflejando como en un espejo la gloria del Señor, nos transformamos en su misma imagen, resultando siempre más gloriosos, bajo el influjo del Espíritu del Señor.


Pues el mismo Dios, que dijo: Brille la luz de entre las tinieblas,


que se entregó a sí mismo por nuestros pecados para sacarnos de este mundo perverso, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre,


que cometisteis siguiendo el modo de vivir de este mundo, bajo el príncipe de las potestades aéreas, el espíritu que actúa en los que se rebelan contra Dios.


Porque nuestra lucha no es contra gente de carne y hueso, sino contra los principados y potestades, contra los dominadores de este mundo tenebroso, contra los espíritus del mal, que moran en los espacios celestes.


el cual, teniendo la naturaleza gloriosa de Dios, no consideró como codiciable tesoro el mantenerse igual a Dios,


Cristo es imagen de Dios invisible, primogénito de toda la creación,


a quienes Dios quiso descubrir cuál es la riqueza sublime de este secreto entre los paganos, que es Cristo entre vosotros, la esperanza de la gloria,


del glorioso evangelio que Dios bendito me ha confiado.


mientras aguardamos el feliz cumplimiento de lo que se nos ha prometido y la manifestación gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro Jesucristo,


Él, que es el resplandor de su gloria y la impronta de su ser, sostiene todas las cosas con su palabra poderosa, y, una vez que realizó la purificación de los pecados, se sentó a la derecha de la Majestad en lo más alto del cielo,


Los que una vez fueron iluminados, que gustaron el don celeste, que fueron hechos partícipes del Espíritu Santo,


con lo cual nos confirmamos más aún en la palabra de los profetas. Por tanto, vosotros mismos hacéis bien en poner en ella vuestra atención, como en lámpara que luce en lugar tenebroso hasta que alboree el día y el lucero de la mañana despunte en vuestros corazones.


Pero el que odia a su hermano está en las tinieblas, anda en las tinieblas y no sabe adónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos.


Es, por otra parte, también un mandamiento nuevo el que os escribo -que es verdadero en él y en vosotros-; porque se disipan las tinieblas y la luz verdadera brilla ya.


Nosotros sabemos que somos de Dios, y que todo el mundo está en poder del maligno.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí