y que Jacob, obedeciendo a su padre y a su madre, había partido para Padán Arán.
Efesios 6:1 - Biblia Martin Nieto Hijos, obedeced a vuestros padres por amor al Señor, porque esto es de justicia. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Biblia Nueva Traducción Viviente Hijos, obedezcan a sus padres porque ustedes pertenecen al Señor, pues esto es lo correcto. Biblia Católica (Latinoamericana) Hijos, obedezcan a sus padres, pues esto es un deber: Honra a tu padre y a tu madre. La Biblia Textual 3a Edicion Los hijos: Obedeced en el Señor a vuestros progenitores, porque esto es justo.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, pues esto es justo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres; porque esto es justo. |
y que Jacob, obedeciendo a su padre y a su madre, había partido para Padán Arán.
Israel dijo a José: 'Tus hermanos están pastoreando las ovejas en Siquén; ven, que quiero que vayas donde ellos'. Él respondió: 'Aquí me tienes'.
José los retiró de las rodillas de su padre y se inclinó hasta el suelo.
Bajaste sobre el monte Sinaí, hablaste con ellos desde el cielo, les diste disposiciones justas, leyes verdaderas, preceptos y mandamientos buenos.
Ester no reveló ni su origen ni su familia, según le había mandado Mardoqueo, pues ella continuaba haciendo todo lo que le decía, como cuando estaba bajo su tutela.
y ante los hombres canta así: 'Yo había pecado y violado la justicia, mas Dios no me ha tratado conforme a mi delito;
por eso encuentro justos todos tus preceptos y odio el camino de la falsedad.
Yo sé, Señor, que son justas tus sentencias y que me has humillado con razón;
La ley del Señor es perfecta, portadora de vida; el testimonio del Señor es veraz, hace sabio al sencillo;
Escucha, hijo mío, la instrucción de tu padre, y no rechaces la enseñanza de tu madre,
Escucha a tu padre, que te ha engendrado, y no desprecies a tu madre cuando se haga anciana.
El ojo que se burla de un padre y que desprecia la edad de su madre, los cuervos del torrente lo sacarán y los hijos del águila lo devorarán.
Guarda, hijo mío, los preceptos de tu padre y no rechaces la enseñanza de tu madre.
Se han observado las órdenes de Jonadab, hijo de Recab, que prohibió a sus descendientes beber vino, y ellos, fieles al mandato de su antepasado, no lo han bebido hasta el presente. En cambio, yo os he hablado a vosotros insistentemente, sin cansarme y no me habéis escuchado.
En cambio, a la comunidad de los recabitas, Jeremías les dijo: 'Esto dice el Señor todopoderoso, Dios de Israel: Porque habéis obedecido la orden de vuestro padre Jonadab y, fieles a sus mandatos, habéis practicado cuanto os prescribió,
Nosotros hemos obedecido a la voz de nuestro antepasado Jonadab, hijo de Recab, en todo lo que nos ha ordenado, y así en toda nuestra vida no bebemos vino, ni nosotros, ni nuestras mujeres,
Efraín..., ¿qué tengo yo que ver con los ídolos? Yo lo atenderé y lo protegeré. Yo soy como un pino siempre verde; de mí procede todo fruto.
Respetad a vuestros padres y guardad mis sábados: yo, el Señor, vuestro Dios.
Jesús fue con ellos a Nazaret, y les estaba sumiso. Su madre guardaba todas estas cosas en su corazón.
Y no os acomodéis a este mundo; al contrario, transformaos y renovad vuestro interior para que sepáis distinguir cuál es la voluntad de Dios: lo bueno, lo que le agrada, lo perfecto.
para que la recibáis bien en nombre del Señor, como se debe hacer entre los creyentes, y la ayudéis en todo lo que necesite, porque también ella ha ayudado a muchos, y en particular a mí.
Por esto, queridos hermanos, manteneos firmes, inconmovibles, trabajando más y más en la obra del Señor, sabiendo que el Señor no dejará sin recompensa vuestro trabajo.
Si uno tiene un hijo indócil y rebelde, que no obedece a sus padres ni a fuerza de castigos,
Si la viuda tiene hijos o nietos, ellos, antes que nadie, son los que deben cuidar de su propia familia y de recompensar a sus progenitores por los beneficios que han recibido de ellos, pues esto es lo que Dios quiere.
David se levantó de madrugada, dejó las ovejas al cuidado de un pastor, tomó su carga y partió, como se lo había mandado Jesé. Llegó al campamento cuando el ejército salía para tomar posiciones, lanzando gritos de guerra.