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Salmos 19:8 - Biblia Martin Nieto

8 La ley del Señor es perfecta, portadora de vida; el testimonio del Señor es veraz, hace sabio al sencillo;

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Biblia Reina Valera 1960

8 Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Los mandamientos del Señor son rectos; traen alegría al corazón. Los mandatos del Señor son claros; dan buena percepción para vivir.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Las ordenanzas del Señor son rectas y para el corazón son alegría. Los mandamientos del Señor son claros y son luz para los ojos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Los mandamientos de YHVH son rectos, Alegran el corazón, El precepto de YHVH es puro, Alumbra los ojos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 La ley del Señor es apacible, reconforta el espíritu; sus testimonios son seguros, hacen sabio al ingenuo;

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Salmos 19:8
44 Tagairtí Cros  

porque Abrahán me obedeció y guardó mis preceptos y mandamientos, mis estatutos y mis leyes'.


Guardaréis fielmente los preceptos y las normas, las leyes y los mandamientos que os escribió. No daréis culto a dioses extranjeros.


Y el pueblo entero se fue a comer y beber, a invitar a los demás y a celebrar la fiesta, porque habían comprendido lo que les habían enseñado.


Bajaste sobre el monte Sinaí, hablaste con ellos desde el cielo, les diste disposiciones justas, leyes verdaderas, preceptos y mandamientos buenos.


para que guarden sus decretos y observen sus leyes. Aleluya.


Verdad y justicia son las obras de sus manos, todos sus preceptos son estables,


Tu palabra es una luz para mis pies, y una antorcha para mi camino;


Bendito seas, Señor, enséñame tus decretos;


Yo he practicado el derecho y la justicia, no me dejes en manos de mis opresores;


por eso encuentro justos todos tus preceptos y odio el camino de la falsedad.


la explicación de tus palabras ilumina la inteligencia a la gente simple;


yo encuentro la alegría en cumplir tus decretos más que en todas las riquezas;


Me aplasta la angustia y la opresión, pero tus mandamientos hacen mis delicias;


en tus decretos encuentro mis delicias, no olvido tu palabra.


que mis labios publiquen tu alabanza, pues tú me enseñas tus decretos;


tus decretos hacen mis delicias, ellos son mis consejeros.


mira cómo amo tus preceptos, haz que viva conforme a tu justicia.


tus decretos son el objeto de mi canto en mi mansión de peregrino;


que yo cumpla perfectamente tus decretos para no tener que avergonzarme.


Si tu ley no hubiera hecho mis delicias, yo hubiera perecido en la miseria;


'Por la opresión del débil y el gemido del pobre ahora me levanto yo, dice el Señor, yo daré mi auxilio al que lo ansía'.


¿Hasta cuándo tendré desazón en mi alma, y en mi corazón tristeza día y noche? ¿Hasta cuándo va a triunfar mi enemigo sobre mí?


por lo que entonces dije: 'Aquí estoy, en el libro está escrito de mí:


Tus órdenes son firmes, oh Señor, la santidad es el patrimonio eterno de tu casa.


Cuando tienen pleitos vienen a mí, y yo juzgo entre el uno y el otro, y les doy a conocer los mandatos y las leyes de Dios'.


Porque es el Señor el que da la sabiduría, y de su boca procede la ciencia y la sensatez.


Toda palabra de Dios es acrisolada; él es un escudo para los que en él se refugian.


Porque el precepto es una lámpara; la enseñanza, una luz; la corrección y la disciplina son el camino de la vida,


Todos nosotros éramos inmundicias, y todas nuestras obras buenas como un lienzo manchado. Todos hemos caído como hojas, y nuestras iniquidades nos barren como el viento.


Cuando recibía tus palabras yo las devoraba; tus palabras eran mi delicia, la alegría de mi corazón, pues tu nombre se invocaba sobre mí, oh Señor Dios omnipotente.


Infundiré mi espíritu en vosotros y haré que viváis según mis preceptos, observando y guardando mis leyes.


Porque por las obras de la ley no será justificado mortal alguno delante de él; pues por la ley tenemos solamente el conocimiento del pecado.


En mi interior me agrada la ley de Dios;


¿Queremos decir con esto que la ley es pecado? ¡De ninguna manera! Aunque yo conocí el pecado sólo por la ley. Yo no conocería la codicia si la ley no dijera: No codiciarás.


Pues yo, por la ley, he muerto a la ley, a fin de vivir para Dios. Estoy crucificado con Cristo;


La ley, por tanto, ¿está contra las promesas de Dios? De ninguna manera. Si se hubiera dado una ley capaz de vivificar, entonces la justicia hubiera sido realmente por la ley.


En presencia del Señor, tu Dios, en el lugar elegido por él para hacer habitar su nombre, allí te regocijarás tú, tu hijo y tu hija, tu siervo y tu sierva, el levita, el extranjero, el huérfano y la viuda que viven en tu ciudad.


Te regocijarás en tu fiesta tú, tu hijo y tu hija, tu siervo y tu sierva, el levita y el extranjero, el huérfano y la viuda que viven en tus ciudades.


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