2 Timoteo 1:8 - Biblia Martin Nieto Así pues, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, su prisionero. Al contrario, soporta conmigo los sufrimientos por el evangelio, con la ayuda del poder de Dios, Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios, Biblia Nueva Traducción Viviente Así que nunca te avergüences de contarles a otros acerca de nuestro Señor, ni te avergüences de mí, aun cuando estoy preso por él. Con las fuerzas que Dios te da prepárate para sufrir conmigo a causa de la Buena Noticia. Biblia Católica (Latinoamericana) No te avergüences, pues, del martirio de nuestro Señor ni de mí al verme preso. Al contrario, sufre por el Evangelio, sostenido por la fuerza de Dios. La Biblia Textual 3a Edicion Por tanto, no te avergüences del testimonio de nuestro Señor, ni de mí, su prisionero; sino comparte conmigo el sufrimiento por causa del evangelio, conforme al poder de Dios, Biblia Serafín de Ausejo 1975 No te avergüences, pues, del testimonio de nuestro Señor ni de mí, su prisionero; al contrario, comparte conmigo los sufrimientos por la causa del evangelio, apoyado en la fuerza de Dios, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Por tanto, no te avergüences del testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo; antes sé partícipe de las aflicciones del evangelio según el poder de Dios, |
Sale por un lado del cielo y tras su carrera se pone por el otro, sin que haya nada que a su calor escape.
Escuchadme los que conocéis la justicia, pueblo que llevas en tu corazón mi ley; no temáis el insulto de los hombres, no te acobarden sus ultrajes,
Porque si alguien se avergüenza de mí y de mi doctrina ante esta generación adúltera y pecadora, también el hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles'.
Porque si alguien se avergüenza de mí y de mi doctrina, el hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga con su gloria y con la del Padre y los santos ángeles.
Y vosotros también lo daréis, porque estáis conmigo desde el principio'.
El que lo ha visto da testimonio de ello, y su testimonio es verdadero; y él sabe que dice verdad, para que vosotros creáis.
Ellos salieron del tribunal muy contentos por haber sido dignos de ser ultrajados por tal nombre.
Yo no me avergüenzo del evangelio, que es poder de Dios para la salvación de todo el que cree, del judío primero y también del griego.
Al que puede fortaleceros en el evangelio que yo anuncio, en la proclamación de Jesucristo y en la revelación del misterio mantenido en secreto desde tiempo eterno,
Dice la Escritura: Por tu causa estamos expuestos a la muerte todo el día, somos como ovejas destinadas al matadero.
como dice la Escritura: Mirad, yo pongo en Sión una piedra de tropiezo, una roca que os puede hacer caer; pero el que crea en ella no quedará defraudado.
De tal manera que el testimonio de Cristo se ha consolidado en vosotros.
con la palabra de verdad, con el poder de Dios; mediante las armas ofensivas y defensivas de la justicia;
Por esto yo, Pablo, estoy preso por Cristo Jesús para bien de vosotros, los paganos;
Por eso os pido que no os desalentéis al ver lo que sufro por vosotros, pues esto debe ser un honor para vosotros.
Yo -que estoy preso por la causa del Señor- os pido que caminéis de una manera digna de la vocación que habéis recibido.
Os digo y os pido en nombre del Señor que no viváis como viven los paganos, con sus vanos pensamientos
Es justo que yo sienta así de todos vosotros, pues os llevo en el corazón, ya que compartís conmigo el privilegio de estar preso y de defender y consolidar el evangelio.
a fin de conocerle a él y la virtud de su resurrección y la participación en sus padecimientos, configurándome con su muerte
dotados de una fortaleza a toda prueba por el poder de su gloria para así soportar todo con alegría y con paciencia;
Ahora me alegro de sufrir por vosotros, y por mi parte completo en mi carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo por su cuerpo, que es la Iglesia,
Durante nuestra estancia entre vosotros os predecíamos ya que habríamos de tener tribulaciones, como realmente ha sucedido. Bien lo sabéis.
que se entregó a sí mismo para liberarnos a todos; testimonio dado a su debido tiempo,
y que ahora se ha manifestado con la aparición de nuestro Señor, Cristo Jesús, que destruyó la muerte y ha hecho brillar la vida y la inmortalidad por el evangelio,
Ésta es la causa de todos estos sufrimientos; pero no me avergüenzo, pues sé en quién he puesto mi confianza y estoy seguro de que él puede guardar hasta el último día lo que me ha encomendado.
Que el Señor tenga misericordia de la familia de Onesíforo, porque muchas veces me ha reconfortado y no se avergonzó de mis cadenas,
Acuérdate de Jesucristo, resucitado de entre los muertos, del linaje de David, según el evangelio que predico,
y por el que sufro estas cadenas, como si fuera un criminal; pero la palabra de Dios no está encadenada.
Pero el Señor me ayudó y me dio fuerzas, de tal modo que la palabra ha sido anunciada cumplidamente por mí y oída por los paganos. Y yo he sido librado de la boca del león.
Pero tú estate siempre alerta, soporta con paciencia los sufrimientos, predica el evangelio, cumple bien con tu trabajo.
a los que el poder divino asegura mediante la fe la salvación que ha de manifestarse en los últimos tiempos.
Nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado a su Hijo, el Salvador del mundo.
Al único Dios, nuestro Salvador, que es poderoso para guardaros sin pecado y presentaros intachables ante su gloria con alegría,
el cual atestigua, como palabra de Dios y testimonio de Jesucristo, todo lo que ha visto.
Yo, Juan, vuestro hermano y vuestro compañero en el sufrimiento, en el reino y en la constancia, en Jesús, yo me encontraba en la isla de Patmos por haber predicado la palabra de Dios y por haber dado testimonio de Jesús.
Ellos le han vencido por la sangre del cordero y por el testimonio que proclamaron, y han despreciado su vida hasta sufrir la muerte.
Yo caí a sus pies para adorarle, pero él me dijo: 'No lo hagas; yo soy un siervo como tú y tus hermanos, que dan el testimonio de Jesús. Adora a Dios' (dar testimonio de Jesús es tener espíritu de profecía).