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2 Crónicas 7:10 - Biblia Martin Nieto

El veintitrés del séptimo mes Salomón despidió al pueblo, y ellos se fueron a sus casas alegres y contentos por todos los beneficios que el Señor había hecho a David, a Salomón y a su pueblo Israel.

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Biblia Reina Valera 1960

Y a los veintitrés días del mes séptimo envió al pueblo a sus hogares, alegres y gozosos de corazón por los beneficios que Jehová había hecho a David y a Salomón, y a su pueblo Israel.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Luego, al final de la celebración, Salomón despidió al pueblo. Todos estaban llenos de alegría y muy contentos porque el Señor había sido bueno con David, con Salomón y con su pueblo Israel.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

El día veintitrés del mes séptimo, Salomón mandó al pueblo a sus tierras alegre y contento por el bien que Yavé había hecho a David, a Salomón y a su pueblo Israel.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y en el día veintitrés del mes séptimo mandó al pueblo a sus tiendas, regocijantes y alegres de corazón por la benevolencia que YHVH había mostrado a David y a Salomón, y a su pueblo Israel.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

En el día veintitrés del mes séptimo, Salomón envió al pueblo a sus tiendas, contentos y con el corazón alegre por todos los beneficios que Yahveh había otorgado a David, a Salomón y a su pueblo Israel.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y a los veintitrés del mes séptimo envió al pueblo a sus tiendas, alegres y gozosos de corazón por los beneficios que Jehová había mostrado a David y a Salomón, y a su pueblo Israel.

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2 Crónicas 7:10
22 Tagairtí Cros  

Al octavo día despidió Salomón al pueblo, y ellos bendijeron al rey y se volvieron a sus casas alegres y contentos por todos los beneficios que el Señor había hecho a David, su siervo, y a su pueblo Israel.


Ezequías y todo el pueblo se alegraron de lo que Dios había hecho por el pueblo, pues todo se había hecho con gran rapidez.


Hubo una gran fiesta en Jerusalén, como no se había visto desde los días de Salomón, hijo de David, rey de Israel.


Ahora, pues, levántate, Señor Dios, ven al lugar de tu morada, ven con el arca de tu poder. Que tus sacerdotes, Señor Dios, se revistan de salvación, que tus fieles gocen de felicidad.


Cuando Salomón terminó de construir el templo del Señor y todo cuanto se había propuesto hacer en el templo y en el palacio real,


El octavo día celebraron asamblea solemne, pues la dedicación del altar había durado siete días, y luego otros siete días de fiesta.


Nehemías les dijo: 'Id y comed buenos platos, bebed buenos vinos e invitad a los que no tienen nada preparado, pues este día está consagrado al Señor. ¡No os pongáis tristes; el gozo del Señor es vuestra fuerza!'.


servid al Señor con alegría, entrad en su presencia con gritos jubilosos.


estad orgullosos de su santo nombre, alegraos los que buscáis al Señor.


para que vea la dicha de tus elegidos, me alegre con la alegría de tu pueblo y me enorgullezca con tu heredad.


Alegraos en el Señor, justos, regocijaos, gritad de alegría todos los corazones rectos.


con el laúd y con el arpa y al son de la cítara,


Jetró, sacerdote de Madián, suegro de Moisés, oyó todo lo que había hecho Dios en favor de Moisés e Israel, su pueblo: cómo el Señor había sacado a Israel de Egipto.


El día quince del séptimo mes, con ocasión de la fiesta, hará igualmente durante aquellos siete días, tanto en lo referente a los sacrificios por el pecado como a los holocaustos, las ofrendas y el aceite.


Los subió a su casa, puso la mesa y celebró con toda su familia el haber creído en Dios.


Todos los días acudían juntos al templo, partían el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón,


Allí os regocijaréis en presencia del Señor, vuestro Dios, vosotros, vuestros hijos e hijas, vuestros siervos y siervas y el levita que habita entre vosotros, ya que él no tiene parte ni herencia con vosotros.


sino que lo comerás en presencia del Señor, tu Dios, en el lugar escogido por él, tú, tu hijo y tu hija, tu siervo y tu sierva y el levita que habita contigo. Allí te regocijarás ante el Señor, tu Dios, por el éxito de tus empresas.


Allí comeréis en presencia del Señor y os alegraréis por todas las empresas de vuestras manos en las que el Señor, vuestro Dios, os haya bendecido.


En presencia del Señor, tu Dios, en el lugar elegido por él para hacer habitar su nombre, allí te regocijarás tú, tu hijo y tu hija, tu siervo y tu sierva, el levita, el extranjero, el huérfano y la viuda que viven en tu ciudad.


Te regocijarás en tu fiesta tú, tu hijo y tu hija, tu siervo y tu sierva, el levita y el extranjero, el huérfano y la viuda que viven en tus ciudades.


Alegraos en el Señor siempre; lo repito: alegraos.