Sus hermanos le tenían envidia, pero su padre daba vueltas al asunto.
Lucas 1:66 - Nueva Biblia Española (1975) y todos los que lo oían se quedaban pensando: ¿Qué irá a ser este niño? Porque la mano de Dios lo acompañaba. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y todos los que las oían las guardaban en su corazón, diciendo: ¿Quién, pues, será este niño? Y la mano del Señor estaba con él. Biblia Nueva Traducción Viviente Los que la oían meditaban sobre los acontecimientos y se preguntaban: «¿Qué llegará a ser este niño?». Pues la mano del Señor estaba sobre él de una manera especial. Biblia Católica (Latinoamericana) La gente que lo oía quedaba pensativa y decía: '¿Qué va a ser este niño?' Porque comprendían que la mano del Señor estaba con él. La Biblia Textual 3a Edicion Y todos los que las oyeron las guardaron en su corazón, diciendo: ¿Quién, pues, llegará a ser este niño? Porque la mano del Señor ciertamente estaba con él. Biblia Serafín de Ausejo 1975 cuantos las oían las grababan en su corazón y se preguntaban: '¿Pues qué llegará a ser este niño?'. Porque, efectivamente, la mano del Señor estaba con él. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y todos los que las oían las guardaban en su corazón, diciendo: ¿Quién será este niño? Y la mano del Señor era con él. |
Sus hermanos le tenían envidia, pero su padre daba vueltas al asunto.
El Señor estaba con José y le dio suerte, de modo que lo dejaron en casa de su amo egipcio.
Y Elías, con la fuerza del Señor, se ciñó y fue corriendo delante de Ajab, hasta la entrada de Yezrael.
Que tu mano proteja al que está a tu diestra, al hombre a quien diste poder.
El niño iba creciendo y su personalidad se afirmaba; vivió en el desierto hasta que se presentó a Israel.
María, por su parte, conservaba el recuerdo de todo esto, meditándolo en su interior.
El niño iba creciendo y fortaleciéndose, y adelantaba en saber; y el favor de Dios lo acompañaba.
Jesús bajó con ellos a Nazaret y siguió bajo su autoridad. Su madre conservaba en su interior el recuerdo de todo aquello.
Entre la admiración general por todo lo que hacía, dijo Jesús a sus discípulos: 'Ustedes métanse bien esto en la cabeza: a este Hombre lo van a entregar en manos de los hombres.
Como el Señor los apoyaba, gran número creyó, convirtiéndose al Señor.
Entonces uno de los cortesanos dijo: Yo conozco a un hijo de Jesé, el de Belén, que sabe tocar y es un muchacho muy valioso, buen guerrero, habla muy bien, es de buena presencia y el Señor está con él.
Por su parte, Samuel seguía al servicio del Señor y llevaba puesto un roquete de lino.