Miren que yo los mando como ovejas entre lobos: por tanto, sean astutos como serpientes e ingenuos como palomas.
Juan 20:21 - Nueva Biblia Española (1975) Les dijo de nuevo: Paz con ustedes. Igual que el Padre me ha enviado a mí, les mando yo también a ustedes. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío. Biblia Nueva Traducción Viviente Una vez más les dijo: «La paz sea con ustedes. Como el Padre me envió a mí, así yo los envío a ustedes». Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús les volvió a decir: '¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envío a mí, así los envío yo también. La Biblia Textual 3a Edicion Así que les dijo otra vez: Paz a vosotros: como el Padre me envió, Yo también os envío.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces les dijo [Jesús] por segunda vez: 'Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros: Como me envió el Padre, así también yo os envío. |
Miren que yo los mando como ovejas entre lobos: por tanto, sean astutos como serpientes e ingenuos como palomas.
El que los recibe a ustedes me recibe a mí, y el que me recibe a mí recibe al que me ha enviado.
Mientras hablaban se presentó Jesús en medio y les dijo: Paz con ustedes.
Sí, se lo aseguro: Quien recibe a cualquiera que yo mande, me recibe a mí, y quien me recibe a mí, recibe al que me mandó.
'Paz' es mi despedida;' paz les deseo, la mía; pero yo no me despido como se despide todo el mundo. No estén intranquilos ni tengan miedo,
Por la tarde, aquel día primero de la semana, estando atrancadas las puertas del lugar donde estaban los discípulos, por miedo a los dirigentes judíos, llegó Jesús, se puso en el centro y les dijo: Paz con ustedes.
Ocho días después estaban de nuevo dentro de casa sus discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús estando las puertas atrancadas, se puso en el centro y dijo: Paz con ustedes.
Porque no envió Dios el Hijo al mundo para que dé sentencia contra el mundo, sino para que se salve el mundo por él.
hasta el día en que, después de dar instrucciones a los apóstoles que había escogido guiado por el Espíritu Santo, se lo llevaron.
Pero recibirán una fuerza, el Espíritu Santo que descenderá sobre ustedes, para ser testigos míos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaría y hasta los confines del mundo.
lo que me oíste a mí en presencia de muchos testigos encomiéndalo a hombres de confianza, capaces a su vez de enseñar a otros.
Por lo dicho, hermanos consagrados que comparten el mismo llamamiento celeste, consideren al enviado y sumo sacerdote de la fe que profesamos: a Jesús,
Espero verte pronto y hablar cara a cara. La paz esté contigo. Recuerdos para ti de los amigos. Saluda tú a los amigos uno por uno.