Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Juan 3:17 - Nueva Biblia Española (1975)

17 Porque no envió Dios el Hijo al mundo para que dé sentencia contra el mundo, sino para que se salve el mundo por él.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

17 Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

17 Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

17 Dios no envió al Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que se salve el mundo gracias a él.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

17 Porque Dios no envió al Hijo al mundo para juzgar° al mundo, sino para que el mundo sea salvo por medio de Él.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 Porque Dios no envió su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por su medio.

Féach an chaibidil Cóip




Juan 3:17
36 Tagairtí Cros  

Alégrate, ciudad de Sión: aclama, Jerusalén; mira a tu rey que está llegando: justo, victorioso, humilde, cabalgando un burro, una cría de burra.


Miren: la virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrán de nombre Emanuel (Is 7,14) (que significa 'Dios con nosotros').


Cuidado con mostrar desprecio a un pequeño de estos, porque les digo que sus ángeles están viendo siempre en el cielo el rostro de mi Padre celestial'.


Porque este Hombre ha venido a buscar lo que estaba perdido y a salvarlo.


Al día siguiente, mirando a Jesús que venía hacia él, dijo: Mirad el cordero de Dios, el que va a quitar el pecado del mundo.


de mí, a quien el Padre consagró y envió al mundo, ¿dicen ustedes que blasfemo porque he dicho: 'Soy Hijo de Dios'?


Aunque yo sabía que siempre me escuchas; pero lo digo por la gente que está alrededor, para que lleguen a creer que tú me has enviado.


Igual que a mí me enviaste al mundo, también yo los he enviado a ellos al mundo


que sean todos uno, como tú, Padre, estás identificado conmigo y yo contigo; que también ellos lo estén con nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste.


-yo identificado con ellos y tú conmigo- para que queden realizados alcanzando la unidad, y así conozca el mundo que tú me enviaste y que les has demostrado tu amor como me lo has demostrado a mí.


Padre justo, aunque el mundo no te ha reconocido, yo, en cambio, te he reconocido, y éstos han reconocido que tú me enviaste.


Y ésa es la vida definitiva: conocerte personalmente a ti, el único Dios verdadero, y a tu enviado, Jesús Mesías.


porque las exigencias que tú me transmitiste se las he dejado a ellos y ellos las han aceptado, y así se han convencido de que de ti procedo y han creído que tú me enviaste.


Les dijo de nuevo: Paz con ustedes. Igual que el Padre me ha enviado a mí, les mando yo también a ustedes.


y es que el enviado de Dios propone las exigencias de Dios, puesto que comunica el Espíritu sin escatimar.


Pero el testimonio en que yo me apoyo vale más que el de Juan, pues las obras que el Padre me ha encargado llevar a término, ésas obras que estoy haciendo, me acreditan como enviado del Padre;


y tampoco conservan su mensaje entre ustedes; la prueba es que no dan fe a su enviado.


No piensen que les voy a acusar yo ante el Padre; su acusador es Moisés, en quien tienen puesta su esperanza.


Respondió Jesús: Esta es la obra que Dios quiere: que den su adhesión al que él ha enviado.


porque no estoy aquí bajado del cielo para realizar un designio mío, sino el designio del que me mandó.


Porque éste es el designio de mi Padre, que todo el que reconoce al Hijo y le presta adhesión tenga vida definitiva y lo resucite yo en el último día.


como a mí me envió el Padre, que vive, y así yo vivo por el Padre, también aquel que me come vivirá por mí.


Yo sí lo conozco, porque procedo de él y él me ha enviado.


Contestó ella: Ninguno, Señor. Jesús le dijo: Pues tampoco yo te condeno. Vete y en adelante no vuelvas a pecar.


Les replicó Jesús: Si Dios fuera su padre, me querrían a mí, porque yo estoy aquí procedente de Dios; y tampoco he venido por decisión propia, fue él quien me envió.


que expía nuestros pecados, y no sólo los nuestros, sino también los del mundo entero.


Nosotros lo vimos y atestiguamos que el Padre envió su Hijo al mundo para salvar al mundo.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí