Respondió: Me consume el celo por el Señor, Dios de los ejércitos, porque los israelitas han abandonado tu alianza, han derruido tus altares y asesinado a tus profetas; sólo quedo yo, y me buscan para matarme.
Éxodo 5:22 - Nueva Biblia Española (1975) Moisés volvió al Señor, y le dijo: Señor, ¿por qué maltratas a este pueblo? ¿Para qué me has enviado? Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces Moisés se volvió a Jehová, y dijo: Señor, ¿por qué afliges a este pueblo? ¿Para qué me enviaste? Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Moisés fue ante el Señor y protestó: —Señor, ¿por qué trajiste toda esta desgracia a tu propio pueblo? ¿Por qué me enviaste? Biblia Católica (Latinoamericana) Se volvió entonces Moisés hacia Yavé y dijo: 'Señor mío, ¿por qué maltratas a tu pueblo?, ¿por qué me has enviado?' La Biblia Textual 3a Edicion Entonces Moisés se volvió a YHVH, y dijo: Señor mío, ¿por qué afliges a este pueblo? ¿Para qué me enviaste? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces Moisés se volvió a Yahveh y dijo: 'Señor mío, ¿por qué maltratas a este pueblo? ¿Para qué me has enviado? Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces Moisés se volvió a Jehová, y dijo: Señor, ¿por qué afliges a este pueblo? ¿Para qué me enviaste? |
Respondió: Me consume el celo por el Señor, Dios de los ejércitos, porque los israelitas han abandonado tu alianza, han derruido tus altares y asesinado a tus profetas; sólo quedo yo, y me buscan para matarme.
El continuó por el desierto una jornada de camino y al final se sentó bajo una retama y se deseó la muerte: ¡Basta, Señor! ¡Quítame la vida, que yo no valgo más que mis padres!
Moisés clamó al Señor: ¿Qué hago con este pueblo? Por poco me apedrean.
Aunque tú, Señor, llevas la razón cuando discuto contigo, quiero proponerte un caso: ¿Por qué prosperan los malvados y viven en paz los traidores?
Me sedujiste, Señor, y me dejé seducir; me forzaste, me violaste. Yo era el hazmerreír todo el día, todos se burlaban de mí.
Yo dije: ¡Ay Señor mío! Realmente han engañado a este pueblo y a Jerusalén, prometiéndole paz, cuando tenemos al cuello la espada.
la visión tiene un plazo, jadea hacia la meta, no fallará; aunque tarde, espérala, que ha de llegar sin retraso.
dijo al Señor: ¿Por qué tratas mal a tu siervo y no le concedes tu favor, sino que le haces cargar con todo este pueblo?
Josué oró: ¡Ay Señor mío! ¿Para qué hiciste pasar el Jordán a este pueblo, para entregarnos después a los amorreos y exterminarnos? ¡Ojala nos hubiéramos quedado al otro lado del Jordán!