Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Jeremías 4:10 - Nueva Biblia Española (1975)

10 Yo dije: ¡Ay Señor mío! Realmente han engañado a este pueblo y a Jerusalén, prometiéndole paz, cuando tenemos al cuello la espada.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

10 Y dije: ¡Ay, ay, Jehová Dios! Verdaderamente en gran manera has engañado a este pueblo y a Jerusalén, diciendo: Paz tendréis; pues la espada ha venido hasta el alma.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Entonces dije: «Oh Señor Soberano, el pueblo ha sido engañado por lo que dijiste, porque prometiste paz para Jerusalén. ¡Sin embargo, la espada está en su cuello!».

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Y dirán: '¡Ah, Señor Yavé! ¡Mira cómo nos has engañado, cuando afirmabas: Ustedes vivirán en paz; mientras que ahora estamos con la espada al cuello!'

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

10 (Dije yo entonces: ¡Ah, Adonay YHVH!, ciertamente permitiste° que este pueblo y Jerusalem fuera engañado, cuando les decían: ¡Tendréis paz!, pues tenemos la espada al cuello.)

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Diré entonces: '¡Ah, Señor Yahveh!'. De verdad has engañado por completo a este pueblo y a Jerusalén, cuando decías: 'Tendréis paz', y la espada ha penetrado hasta el fondo del alma.

Féach an chaibidil Cóip




Jeremías 4:10
21 Tagairtí Cros  

Moisés volvió al Señor, y le dijo: Señor, ¿por qué maltratas a este pueblo? ¿Para qué me has enviado?


Pues esta vez voy a soltar todas mis plagas contra ti mismo, tu corte y tu pueblo, para que sepas que no hay nadie como yo en toda la tierra.


que dicen a los videntes: No vean, y a los profetas: No profeticen sinceramente; dígannos cosas halagüeñas, profetícennos ilusiones;


Yo escudaré a esta ciudad para salvarla, por mi honor y el de David, mi siervo.


Señor, ¿por qué nos extravías lejos de tus caminos y endureces nuestro corazón para que no te respete? Vuélvete, por amor a tus siervos, a las tribus de tu heredad.


Yo repuse: ¡Ay Señor mío! Mira que no sé hablar, que soy un muchacho.


a los que desprecian la palabra del Señor les dicen: Tendréis paz; a los que siguen su corazón obstinado les dicen: No les pasará nada malo.


¡Ay, mi Señor! Tú hiciste el cielo y la tierra con tu gran poder, con brazo extendido; nada es imposible para ti.


tu conducta y tus acciones te lo han traído, ése es tu castigo, el dolor que te hiere el corazón.


renegaron del Señor diciendo: 'No es él', no nos pasará nada, no veremos espada ni hambre.


Pretenden curar por encima la fractura de mi pueblo, diciendo: Marcha bien, muy bien. Y no marcha bien.


Pretenden curar por encima la fractura de mi pueblo diciendo: Marcha bien, muy bien; y no marcha bien.


Se tienden en el suelo de las calles muchachos y ancianos, mis jóvenes y mis doncellas cayeron a filo de espada; el día de tu ira diste muerte, mataste sin compasión.


Mientras yo profetizaba, cayó muerto Palatías, hijo de Banías; entonces caí rostro en tierra y rompí a gritar, diciendo: ¡Ay Señor, vas a aniquilar al resto de Israel!


Por eso, abandonándolos a sus deseos, los entregó Dios a la inmoralidad, con la que degradan ellos mismos sus propios cuerpos,


Por esa razón los entregó Dios a pasiones degradantes: sus mujeres cambiaron las relaciones naturales por otras innaturales,


Como además juzgaron inadmisible seguir reconociendo a Dios, los entregó Dios a la inadmisible mentalidad de romper toda regla de conducta,


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí