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Jeremías 12:1 - Nueva Biblia Española (1975)

1 Aunque tú, Señor, llevas la razón cuando discuto contigo, quiero proponerte un caso: ¿Por qué prosperan los malvados y viven en paz los traidores?

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Biblia Reina Valera 1960

1 Justo eres tú, oh Jehová, para que yo dispute contigo; sin embargo, alegaré mi causa ante ti. ¿Por qué es prosperado el camino de los impíos, y tienen bien todos los que se portan deslealmente?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Señor, tú siempre me haces justicia cuando llevo un caso ante ti. Así que déjame presentarte esta queja: ¿Por qué los malvados son tan prósperos? ¿Por qué son tan felices los malignos?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Yavé, tú tienes siempre la razón cuando yo hablo contigo, y, sin embargo, hay un punto que quiero discutir: ¿Por qué tienen suerte los malos y son felices los traidores?

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Muy justo eres, oh YHVH, Para que yo dispute contigo; Pero alegaré una causa ante ti: ¿Por qué prosperan los malvados, Y los traidores viven en paz?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Yahveh, tú eres justo, aunque yo discuta contigo; quiero, pues, formularte una cuestión: ¿por qué el camino de los impíos es feliz, les va bien a todos los que actúan de mala fe?

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Jeremías 12:1
44 Tagairtí Cros  

¡Lejos de ti hacer tal cosa! Matar al inocente con el culpable, confundiendo al inocente con el culpable, i lejos de ti! El juez de todo el mundo, ¿no hará justicia?


Señor, Dios de Israel, este resto que hoy sigue con vida demuestra que eres justo. Nos presentamos ante ti como reos, pues después de lo ocurrido no podemos enfrentarnos contigo.


Eres inocente en todo lo que nos ha ocurrido, porque tú obraste con lealtad, y nosotros somos culpables.


mientras tanto hay paz en las tiendas de los salteadores, y viven tranquilos los que desafían a Dios, pensando que lo tienen en su puño.


Pero quiero dirigirme al Todopoderoso, deseo discutir con Dios.


En la ciudad gimen los moribundos y piden socorro los heridos. ¿Y Dios no va a hacer caso a su súplica?


Dios lo dejaba confiado y seguro, pero sus ojos observaban sus caminos.


enrédalas raíces entre piedras, se agarra al muro.


El Señor es benigno y justo, nuestro Dios es compasivo;


Señor, tú eres justo, tus mandamientos son rectos;


reconozco, Señor, que tus mandamientos son justos, que con razón me hiciste sufrir;


El Señor es justo en todos sus caminos, leal con todas sus criaturas;


No te exasperes por los malvados, no envidies a los inicuos:


Vi aun malvado que se jactaba, que prosperaba como cedro frondoso;


Contra ti, contra ti solo pequé, cometí lo que tú repruebas. Tus argumentos te darán la razón, del juicio resultarás inocente.


Te gusta un corazón sincero, y en mi interior me inculcas sabiduría.


Aunque broten como hierba los malvados y florezcan los malhechores, serán destruidos para siempre.


La rebeldía da muerte a los irreflexivos, la despreocupación acaba con los imprudentes;


Pero en la tierra sucede otra vanidad: hay honrados a quienes toca la suerte de los malvados, mientras que a los malvados les toca la suerte de los honrados. Y esto lo considero vanidad.


Presenten su pleito, dice el Señor; aduzcan sus pruebas, dice el Rey de Jacob;


Ni lo habías oído ni lo sabías, aún no estaba abierta tu oreja; porque yo sabía lo pérfido que eres, que desde el vientre de tu madre te llaman rebelde.


Pero tú, Señor de los ejércitos, juzgas rectamente, sondeas las entrañas y el corazón; a ti he encomendado mi causa, que logre desquitarme de ellos.


También tus hermanos y tu familia te son desleales, también ellos te calumnian a la espalda; no te fíes aunque te digan buenas palabras'


pero igual que una mujer traiciona a su marido, así me traicionó Israel -oráculo del Señor- .


Yo pensé que después de hacer todo eso volvería a mí; pero no volvió. Entonces su hermana, Judá, la infiel,


Después de entregar a Baruc, hijo de Nerías, el contrato, oré al Señor:


porque me han sido infieles Israel y Judá -oráculo del Señor- ;


Quién me diera posada en el desierto para dejar a mi pueblo y alejarme de ellos; pues son todos unos adúlteros, una caterva de bandidos;


Pero el Señor es justo, porque me rebelé contra su palabra. Pueblos todos, escuchen y miren mis heridas: mis doncellas y mis jóvenes han marchado cautivos.


Objetan: No es justo el proceder del Señor. Escuchen, casa de Israel: ¿Es injusto mi proceder? ¿No es su proceder el que es injusto?


El Señor, nuestro Dios, vigiló para enviarnos esa desgracia: el Señor, nuestro Dios, nos trata justamente, porque no le obedecimos.


Tú, Señor, eres justo, a nosotros nos abruma hoy la vergüenza: a los habitantes de Jerusalén, a judíos e israelitas, cercanos y lejanos, en todos los países por donde los dispersaste por los delitos que cometieron contra ti.


Ellos en la tierra' quebrantaron mi alianza, allí me hicieron traición.


Pues la ley cae en desuso y el derecho no sale vencedor, los malvados cercan al inocente y el derecho sale conculcado.


En ella está el Señor justo, que no comete injusticia; cada mañana dicta sentencia, al alba sin falta; pero el criminal no reconoce su culpa.


Con sus palabras cansan al Señor. Objetan: ¿por qué lo cansamos? Porque dicen que el que obra mal agrada al Señor y que él se complace en tales hombres, y que ¿dónde está el Dios justo?


Tenemos que felicitar a los arrogantes: los malvados prosperan, tientan a Dios impunemente'.


El es la Roca, sus obras son perfectas, sus caminos son justos; es un Dios fiel, sin maldad, es justo y recto.


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