David alzó los ojos y vio al ángel del Señor erguido entre tierra y cielo, con la espada desnuda en su mano, apuntando a Jerusalén. David y los ancianos, cubiertos de saco, cayeron rostro en tierra.
Daniel 8:3 - Nueva Biblia Española (1975) Alcé la vista y vi. junto al río, en pie, un carnero de altos cuernos, uno más alto y detrás del otro. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Alcé los ojos y miré, y he aquí un carnero que estaba delante del río, y tenía dos cuernos; y aunque los cuernos eran altos, uno era más alto que el otro; y el más alto creció después. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando levanté los ojos, vi un carnero con dos cuernos largos, de pie junto al río. Uno de los cuernos era más largo que el otro, a pesar de que le había crecido después. Biblia Católica (Latinoamericana) Al levantar los ojos vi a un carnero con dos cuernos que estaba de pie frente al torrente. Los dos cuernos eran grandes pero uno sobrepasaba al otro, y el más grande fue el último en despuntar. La Biblia Textual 3a Edicion Alcé la vista, y he aquí un carnero en pie frente al río; tenía dos cuernos, y aunque los cuernos eran altos, uno era más alto que el otro, y el más alto había crecido después que el otro. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Alcé los ojos, miré, y he aquí que había un carnero delante del río. Tenía dos cuernos. Los dos eran altos; pero uno más que el otro; el más alto había despuntado el último. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y alcé mis ojos, y miré, y he aquí un carnero que estaba delante del río, el cual tenía dos cuernos; y los dos cuernos eran altos, pero uno era más alto que el otro; y el más alto subió a la postre. |
David alzó los ojos y vio al ángel del Señor erguido entre tierra y cielo, con la espada desnuda en su mano, apuntando a Jerusalén. David y los ancianos, cubiertos de saco, cayeron rostro en tierra.
Ciro, rey de Persia, decreta: El Señor, Dios del cielo, me ha entregado todos los reinos de la tierra y me ha encargado construirle un templo en Jerusalén de Judá.
Desde tiempos de Ciro hasta el reinado de Darío de Persia estuvieron sobornando consejeros que hicieran fracasar sus planes.
el rey, que residía en la acrópolis de Susa, ofreció un banquete a todos los generales y oficialidad del ejército persa y medo, a la nobleza de palacio y a los gobernadores de las provincias,
Miren: yo incito contra ellos a los medos, que no aprecian la plata ni les importa el oro;
Se me ha manifestado una visión siniestra: el traidor traicionado, el devastador devastado'. ¡Adelante, elamitas; al asedio, medos!, acallen los gemidos.
el que dice: 'Ciro, tú eres mi pastor y cumplirás todo mi designio; el que dice: 'Jerusalén, serás reconstruida; templo, serás cimentado'.
Afilen las saetas, embracen el escudo, el Señor incita a los jefes medos, porque quiere destruir a Babilonia: es la venganza del Señor, la venganza de su templo.
Alcé la vista y vi. aparecer un hombre vestido de lino con un cinturón de oro;
Te sucederá un reino de plata, menos poderoso. Después un tercer reino, de bronce, que dominará todo el orbe.
y Darío, el medo, le sucedió en el trono a la edad de sesenta y dos años.
Así fue como prosperó Daniel durante el reinado de Darío y de Ciro de Persia.
La segunda era como un oso medio erguido, con tres costillas en la boca, entre los dientes. Le dijeron: '¡Arriba! Come carne en abundancia'.
Contemplaba en visión que me encontraba en Susa, capital de la provincia de Elam, y contemplaba en visión que me encontraba junto al río Ulay.
El carnero de dos cuernos que viste representa los reyes de Media y Persia.
El ángel que hablaba conmigo se adelantó y me dijo: Alza la vista y mira lo que aparece.
Alcé la vista y vi. dos mujeres con alas de cigüeña aleteando en el viento, que transportaban el recipiente entre cielo y tierra.
Alcé la vista de nuevo y vi. aparecer cuatro carros entre dos montañas; las montañas eran de bronce.
y tendiendo la vista, divisó a Israel acampado por tribus. El Espíritu de Dios vino sobre él
Estando ya cerca de Jericó, Josué levantó la vista y vio a un hombre en pie frente a él con la espada desenvainada en la mano. Josué fue hacia él y le preguntó: ¿Eres de los nuestros o del enemigo?
Vi después otra fiera que salía de la tierra; tenía dos cuernos de cordero, pero hablaba como un dragón,
Entonces, entre el trono con los cuatro vivientes y el círculo de los ancianos vi un Cordero: estaba de pie, aunque parecía degollado; tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete espíritus de Dios enviados a la tierra entera.