Cuando Abrán tenía noventa y nueve años, se le apareció el Señor y le dijo: Yo soy Dios Todopoderoso. Procede de acuerdo conmigo y sé honrado,
Apocalipsis 1:8 - Nueva Biblia Española (1975) Yo soy el alfa y la omega, dice el Señor Dios, el que es y era y ha de venir, el soberano de todo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso. Biblia Nueva Traducción Viviente «Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin —dice el Señor Dios—. Yo soy el que es, que siempre era y que aún está por venir, el Todopoderoso». Biblia Católica (Latinoamericana) Yo soy el Alfa y la Omega, dice el Señor Dios,
Aquel que Es, que era y que ha de venir, el Todopoderoso. La Biblia Textual 3a Edicion Yo soy el Alfa y la Omega,° dice el Señor Dios,° el que es, y que era, y que está viniendo,° el Todopoderoso. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Yo soy el alfa y la omega, dice el Señor Dios, el que es, el que era y el que ha de venir, el todopoderoso. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso. |
Cuando Abrán tenía noventa y nueve años, se le apareció el Señor y le dijo: Yo soy Dios Todopoderoso. Procede de acuerdo conmigo y sé honrado,
Dios Todopoderoso te bendiga, te haga crecer y multiplicarte, hasta ser un grupo de tribus.
Dios añadió: Yo soy Dios Todopoderoso, crece, multiplícate: un pueblo, un grupo de pueblos nacerá de ti y saldrán reyes de tus entrañas.
Dios Todopoderoso lo haga compadecerse de ustedes y les suelte a su hermano y deje a Benjamín. Si tengo que quedarme solo, me quedaré.
E hizo un esfuerzo y se incorporó en la cama. Jacob dijo a José: Dios Todopoderoso, el que se me apareció en Almendral, en tierra de Canaán, me bendijo
El Dios de tu padre te auxilia, el Todopoderoso te bendice: bendiciones que bajan del cielo, bendiciones del océano, acostado en lo hondo, bendiciones de pechos y ubres,
Dios dijo a Moisés: 'Soy el que soy'. Esto dirás a los israelitas: 'Yo soy' me envía a ustedes.
Yo me aparecí a Abrahán, Isaac y Jacob como 'Dios Todopoderoso', pero no les di a conocer mi nombre: 'El Señor'.
¿Quién lo ha hecho y ejecutado? El que anuncia el futuro de antemano. Yo, el Señor, que soy el primero, yo estoy con los últimos.
Ustedes son mis testigos -oráculo del Señor- y mis siervos, a quienes escogí, para que supieran y me creyeran, para que comprendieran quién soy yo. Antes de mí no habían fabricado ningún dios y después de mí ninguno habrá:
Así dice el Señor, Rey de Israel, su redentor, el Señor de los ejércitos: Yo soy el primero y yo soy el último, fuera de mí no hay dios.
Escúchame, Jacob; Israel, a quien llamé: yo soy, yo soy el primero y yo soy el último.
Su glorioso principado y la paz no tendrán fin, en el trono de David y en su reino; se mantendrá y consolidará con la justicia y el derecho, desde ahora y por siempre. El celo del Señor de los ejércitos lo realizará.
oráculo del que escucha palabras de Dios, que contempla visiones del Todopoderoso, en éxtasis, con los ojos abiertos.
Seré un padre para ustedes y ustedes para mí hijos e hijas, dice el Señor soberano de todo'.
Lo que vas a ver, escríbelo en un libro y mándalo a estas siete iglesias: Efeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea'.
Al verlo caí a sus pies como muerto. El puso su mano derecha sobre mí, diciéndome: 'No temas, yo soy el primero y el último,
Juan, a las siete iglesias de la provincia de Asia, Gracia y paz a ustedes de parte del que es y era y ha de venir, de parte de los siete espíritus que están ante su trono,
y decían: ¡Gracias, Señor Dios, soberano de todo, el que eres y eras, por haber asumido tu gran potencia y haber empezado a reinar!
cantaban el cántico de Moisés el siervo de Dios y el cántico del Cordero diciendo: Grandes y admirables son tus obras, Señor Dios, soberano de todo; justo y verdadero tu proceder, rey de las naciones.
Los espíritus eran demonios con poder de efectuar señales y se dirigían a los reyes de la tierra entera con el fin de reunirlos para la batalla del gran día de Dios, soberano de todo.
Y oí que el altar decía: Así es, Señor Dios, soberano de todo, tus sentencias son legítimas y justas.
De su boca salía una espada aguda, para herir con ella a las naciones, pues él va a regirlas con cetro de hierro' y a pisar el lagar del vino de la furiosa cólera de Dios, soberano de todo.
Y oí algo que recordaba el rumor de una gran multitud, el estruendo del océano y el retumbar de fuertes truenos; decían: Aleluya. ¡Ha empezado a reinar el Señor nuestro Dios, soberano de todo!
Para el mensajero de la iglesia de Esmirna escribe así: Esto dice el que es primero y último, el que estuvo muerto y volvió a la vida:
Templo no vi ninguno, su templo es el Señor Dios, soberano de todo, y el Cordero.
Y me dijo todavía: Ya son un hecho. Yo soy el alfa y la omega, el principio y el fin. Al sediento, yo le daré a beber gratuitamente de la fuente de agua viva.
Yo soy el alfa y la omega, el primero y el último, el principio y el fin.
Los cuatro vivientes, cada uno con seis alas, estaban tachonados de destellos por un lado y por otro. Día y noche cantan sin pausa: ¡Santo, santo, santo es el Señor, soberano de todo, el que era y es y ha de venir!