En efecto, mucho gozo y consolación tuve en tu amor, porque las entrañas de los santos están tranquilizadas por ti, hermano.
Doy gracias a mi Dios, siempre haciendo mención de ti en mis oraciones,
oyendo tu amor y la fe que tienes hacia el Señor Jesús y para con todos los santos,
Dios, pues, puede hacer abundar en vosotros toda gracia, para que teniendo en todo siempre todo lo necesario abundéis para toda obra buena,
Gracias doy a mi Dios, haciendo siempre mención de vosotros
en toda oración mía por todos vosotros, haciendo con gozo la oración
vestíos pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañas de misericordia, bondad, humildad, mansedumbre, longanimidad,
sobrellevándoos unos a otros y perdonándoos mutuamente si uno contra otro tiene queja, como también el Señor os perdonó así también vosotros,
mas sobre todas estas cosas vestíos del amor que es vínculo de la perfección.
Por eso exhortaos los unos a los otros, y edifícaos el uno al otro como también lo hacéis.
en la fraternidad cariñosos los unos para con los otros; en la honra previniéndoos los unos a los otros;
El amor es paciente, es servicial. El amor no envidia, no se vanagloria, no se ensoberbece,
no se comporta indecorosamente, no busca lo suyo, no se irrita, no piensa en mal,
no se goza de la injusticia, antes se goza en la verdad.
Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
Sed los unos con los otros buenos, compasivos, perdonándoos los unos a los otros, como también Dios en Cristo os perdonó.
y a vosotros el Señor os haga aumentar y abundar en el amor los unos para con los otros y para con todos, como también nosotros para con vosotros,
Ya no os digo esclavos, porque el esclavo no sabe qué hace su señor. Os he dicho amigos, porque todo cuanto oí de mi Padre os lo hice conocer.
El Dios de la esperanza os llene de todo gozo y paz, en el creer, para que abundéis en la esperanza con fuerza de espíritu santo.
Paz a los hermanos y amor con fe de parte de Dios Padre y del Señor Jesu-Cristo.
La gracia sea con todos los que aman a nuestro Señor Jesu-Cristo con incorruptibilidad.
nada por rivalidad, ni por vanagloria, sino con la humildad estimando los unos a los otros superiores a vosotros mismos,
no mirando cada uno a lo suyo propio, sino también cada cual a lo de otros.
Sobre todo tened intenso amor entre vosotros, porque el amor cubrirá multitud de pecados
Sed hospitalarios los unos con los otros, sin murmuración,
cada uno según el don que recibió, poniéndolo al servicio entre vosotros como buenos dispensadores de la multiforme gracia de Dios.
Por lo demás, hermanos, alegraos, perfeccionaos, consolaos, tened el mismo entendimiento; vivid en paz. y el Dios del amor y de la paz será con vosotros.
Por nada os acongojéis, mas en todo por la oración y la súplica con acción de gracia, haced conocer a Dios vuestras peticiones.
Y la paz de Dios que sobrepuja todo entendimiento guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo mención de vosotros en mis oraciones,
para que el Dios de nuestro Señor Jesu-Cristo, el Padre de la gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en conocimiento de él,
siendo alumbrados los ojos de vuestro corazón para saber cuál es la esperanza de su vocación, y cuál la riqueza de la gloria de su herencia en los santos,
sabemos pues que a los que aman a Dios, todo concurre en bien a los que, según propósito, son llamados
y considerémonos los unos a los otros para estímulo de amor y buenas obras;
no abandonando la congregación de vosotros mismos, como algunos tienen por costumbre, mas exhortándonos y tanto más cuanto veis acercarse el día.
Por eso también nosotros desde el día en que lo oímos no cesamos de orar por vosotros y de pedir que seáis llenados del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual,
para andar de modo digno del Señor en todo agrado, llevando fruto en toda obra buena, y creciendo en el conocimiento de Dios,
para que os dé, según las riquezas de su gloria, el ser poderosamente fortalecidos por su espíritu en el. hombre interior,
de modo que habite el Cristo por la fe en vuestros corazones, para que, estando arraigados y fundados en amor,
seáis hechos capaces de comprender con todos los santos cuál es la anchura y longura y altura y profundidad
y de conocer el amor del Cristo que excede el conocimiento a fin de que seáis llenados a toda la plenitud de Dios.
Mas el Dios de toda gracia que nos llamó a su eterna gloria en Cristo Jesús, después que hubiereis padecido un poco de tiempo, os perfeccionará, sostendrá, fortalecerá, consolidará.
Gracias doy a mi Dios siempre acerca de vosotros por la gracia de Dios dada a vosotros en Cristo Jesús,