Por eso también nosotros desde el día en que lo oímos no cesamos de orar por vosotros y de pedir que seáis llenados del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual, para andar de modo digno del Señor en todo agrado, llevando fruto en toda obra buena, y creciendo en el conocimiento de Dios,
y esto ruego que vuestro amor abunde aun más y más en conocimiento y en todo sentido, para que vosotros apreciéis las cosas en su valor, a fin de que seáis puros e irreprensibles para el día de Cristo,
Paz a los hermanos y amor con fe de parte de Dios Padre y del Señor Jesu-Cristo. La gracia sea con todos los que aman a nuestro Señor Jesu-Cristo con incorruptibilidad.
de modo que la comunión de tu fe sea activa en el conocimiento de todo lo que hay de bueno en vosotros para Cristo.
El Dios de la esperanza os llene de todo gozo y paz, en el creer, para que abundéis en la esperanza con fuerza de espíritu santo.
Dios, pues, puede hacer abundar en vosotros toda gracia, para que teniendo en todo siempre todo lo necesario abundéis para toda obra buena,
Y la paz de Dios que sobrepuja todo entendimiento guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Que por ley nadie es justificado para con Dios es evidente, porque el justo de fe vivirá (Hab. 2:4).
no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo mención de vosotros en mis oraciones, para que el Dios de nuestro Señor Jesu-Cristo, el Padre de la gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en conocimiento de él, siendo alumbrados los ojos de vuestro corazón para saber cuál es la esperanza de su vocación, y cuál la riqueza de la gloria de su herencia en los santos,
vestíos pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañas de misericordia, bondad, humildad, mansedumbre, longanimidad,
no volviendo mal por mal o injuria por injuria, sino al contrario bendiciendo, sabiendo que a esto fuisteis llamados para que heredéis bendición,
en la fraternidad cariñosos los unos para con los otros; en la honra previniéndoos los unos a los otros;
Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, de manera que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.
y considerémonos los unos a los otros para estímulo de amor y buenas obras; no abandonando la congregación de vosotros mismos, como algunos tienen por costumbre, mas exhortándonos y tanto más cuanto veis acercarse el día.
Por eso exhortaos los unos a los otros, y edifícaos el uno al otro como también lo hacéis.
sabemos pues que a los que aman a Dios, todo concurre en bien a los que, según propósito, son llamados
Mas el fruto del espíritu es amor, gozo, paz, longanimidad, benevolencia, bondad, fidelidad, mansedumbre, continencia, contra las tales cosas no hay ley.
nada por rivalidad, ni por vanagloria, sino con la humildad estimando los unos a los otros superiores a vosotros mismos, no mirando cada uno a lo suyo propio, sino también cada cual a lo de otros.
A aquel que puede sobre todo hacer excesivamente más de lo que pedimos o pensamos según el poder que se desarrolla en nosotros, a él la gloria en la iglesia por Cristo Jesús para todas las edades del siglo de los siglos. Amén.
porque no nos dio Dios espíritu de cobardía, sino de fuerza y de amor y de buen sentido.
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo de buen nombre, si hay virtud alguna, si alguna alabanza, sea objeto de vuestro pensamiento.
Venid a mí, todos los que os fatigáis y estáis cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, porque soy manso y humilde de corazón y hallaréis descanso para vuestras almas, porque mi yugo es suave y mi carga ligera.
cada uno según el don que recibió, poniéndolo al servicio entre vosotros como buenos dispensadores de la multiforme gracia de Dios.
Lleguémonos pues con confianza al trono de la gracia para que recibamos misericordia y hallemos gracia para oportuno socorro.
El Dios de la paciencia y de la consolación os dé sentir lo mismo los unos con los otros según Cristo Jesús, para que unánimemente con una sola boca glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesu-Cristo.
Mas buscad primeramente el reino de Dios y la justicia de él, y todas éstas cosas se os darán por añadidura.
Y ésta es la libertad que tenemos para con él, que si algo pedimos según su voluntad, él nos oye, y si sabemos que nos oye en cualquiera cosa que pidiéremos, sabemos que tenemos los pedidos que hemos pedido de él.
!Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales, en Cristo,
teniendo esta confianza que el que comenzó en vosotros una obra buena la llevará a cabo hasta el cha de Jcsu-Cristo,
De manera que si alguien es en Cristo nueva criatura, las cosas viejas pasaron, y he aquí se han hecho nuevas todas las cosas.
Mas el Dios de toda gracia que nos llamó a su eterna gloria en Cristo Jesús, después que hubiereis padecido un poco de tiempo, os perfeccionará, sostendrá, fortalecerá, consolidará.
Os exhorto pues, hermanos, por las misericordias de Dios a presentar vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, vuestro culto racional, y no os conforméis a este siglo, mas transformaos por la renovación de vuestra mente, de suerte que probéis cuál es la voluntad de Dios, que es buena y agradable y perfecta.
Si pues fuisteis resucitados con el Cristo, buscad las cosas de arriba donde el Cristo está sentado a la diestra de Dios. Pensad en las cosas de arriba, no en las que están sobre la tierra.
Ved cual amor nos ha dado el Padre, para que fuésemos llamados hijos de Dios. Por esto el mundo no nos conoce, porque no lo conoció.
Por tanto nosotros también, teniendo tan grande nube de testigos que nos envuelve, dejando toda carga y el pecado ambiente, con paciencia corramos la carrera, que nos es propuesta, mirando al príncipe y consumador de la fe, a Jesús que, en cambio del gozo que le estaba propuesto, sufrió una cruz, no haciendo caso de la vergüenza, y a la diestra del trono de Dios se sentó (c. 8/-1).
Ahora, pues ¿es a hombres o a Dios que estoy persuadiendo? ¿o buscando agradar a hombres? si todavía a hombres agradara, no sería siervo de Cristo.
prosigo hacia la meta para el premio de la superior vocación de Dios en Cristo Jesús.
Mas como está escrito (Is. 64:4): Las cosas que el ojo no vio y la oreja no oyó ni al corazón del hombre subió, las que Dios aparejó para los que lo aman,
En la libertad en que nos libertó Cristo estad firmes pues, y no seáis atados otra vez a yugo de esclavitud.
Por lo demás, hermanos, os rogamos y exhortamos en el Señor Jesús para que, como habéis aprendido de nosotros de qué manera debéis andar y agradar a Dios, así andéis también para que progreséis más y más,
Únete al canal de BibliaTodo en tu app favorita: