»Quien los recibe a ustedes me recibe a mí. Y quien me recibe a mí recibe al que me envió.
Mateo 13:37 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) ―El que sembró la buena semilla es el Hijo del hombre —les respondió Jesús—. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Respondiendo él, les dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre. Biblia Nueva Traducción Viviente Jesús respondió: —El Hijo del Hombre es el agricultor que siembra la buena semilla. Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús les dijo: 'El que siembra la semilla buena es el Hijo del Hombre. La Biblia Textual 3a Edicion Él respondió y dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Él les respondió: 'El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Respondiendo Él les dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre; |
»Quien los recibe a ustedes me recibe a mí. Y quien me recibe a mí recibe al que me envió.
Jesús les contó otra parábola: «El reino de los cielos es como un hombre que sembró buena semilla en su campo.
Los siervos fueron al dueño y le dijeron: “Señor, ¿no sembró usted semilla buena en su campo? Entonces, ¿de dónde salió la mala hierba?”.
Mientras iba lanzando las semillas, una parte cayó junto al camino. Entonces llegaron los pájaros y se las comieron.
El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, y arrancarán de su reino a todos los malvados y los que hacen que otros también practiquen la maldad.
―Las zorras tienen cuevas y las aves tienen nidos —le respondió Jesús—. Pero el Hijo del hombre no tiene dónde recostar la cabeza.
»El que los escucha a ustedes me escucha a mí. El que los rechaza a ustedes me rechaza a mí. Y el que me rechaza a mí rechaza al que me envió».
Les aseguro que el que recibe al que yo envío me recibe a mí. Y el que me recibe a mí recibe al que me envió».
―¡La paz sea con ustedes! —repitió Jesús—. Como el Padre me envió a mí, así yo los envío a ustedes.
Pero, cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder. Y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta el último rincón de la tierra.
Por eso no me atrevo a hablar de otra cosa que no sea lo que Cristo ha hecho por medio de mí. Hablaré de lo que él hizo para que los no judíos lleguen a obedecer a Dios. Lo he hecho por medio de mis palabras y de las cosas que hago.
Dios habló en otras épocas a nuestros antepasados. Lo hizo por medio de los profetas en diversas ocasiones y de varias maneras.
Si eso fue así, entonces ¿cómo escaparemos nosotros si descuidamos una salvación tan grande? Esta salvación fue anunciada primeramente por el Señor, y los que la recibieron nos confirmaron que era verdad.