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Mateo 13:24 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

24 Jesús les contó otra parábola: «El reino de los cielos es como un hombre que sembró buena semilla en su campo.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

24 Les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

24 La siguiente es otra historia que contó Jesús: «El reino del cielo es como un agricultor que sembró buena semilla en su campo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

24 Jesús les propuso otra parábola: 'Aquí tienen una figura del Reino de los Cielos. Un hombre sembró buena semilla en su campo,

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La Biblia Textual 3a Edicion

24 Otra parábola les propuso, diciendo: El reino de los cielos es comparado a un hombre que sembró buena semilla en su campo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

24 Les propuso esta otra parábola: 'El reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo'.

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Mateo 13:24
23 Referencias Cruzadas  

Cuando alguien oye la palabra acerca del reino y no la entiende, viene el maligno y arrebata lo que se sembró en su corazón. Estas son las semillas sembradas junto al camino.


Pero, mientras todos dormían, llegó su enemigo y sembró mala hierba entre el trigo, y se fue.


Les contó otra parábola: «El reino de los cielos es como una semilla de mostaza que un hombre sembró en su campo.


Les contó otra parábola más: «El reino de los cielos es como la levadura que una mujer tomó y mezcló en una gran cantidad de harina, hasta que hizo crecer toda la masa».


―El que sembró la buena semilla es el Hijo del hombre —les respondió Jesús—.


»También se parece el reino de los cielos a una red echada al lago, que atrapa peces de toda clase.


»Por eso el reino de los cielos se parece a un rey que quiso ajustar cuentas con sus siervos.


»Así mismo el reino de los cielos se parece a un propietario que salió de madrugada a contratar obreros para su viñedo.


»Escuchen otra parábola: Había un propietario que plantó un viñedo. Lo cercó, cavó un lugar para exprimir las uvas y construyó una torre de vigilancia. Luego, alquiló el viñedo a unos labradores y se fue de viaje.


«El reino de los cielos es como un rey que preparó un banquete de bodas para su hijo.


»El reino de los cielos será entonces como diez jóvenes solteras que tomaron sus lámparas y salieron a recibir al novio.


Decía: «Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos está cerca».


Jesús recorría toda Galilea enseñando en las sinagogas, anunciando la buena noticia del reino y sanando toda enfermedad y dolor entre la gente.


―¿A qué se parece el reino de Dios? —continuó Jesús—. ¿Con qué voy a compararlo?


Volvió a decir: ―¿Con qué voy a comparar el reino de Dios?


Y sabemos que lo hacen porque están seguros de la recompensa que Dios les dará en el cielo. Esta seguridad la obtuvieron al escuchar el verdadero mensaje, que es la buena noticia


Pues ustedes son nuevas personas, como si hubieran nacido de nuevo, no de padres humanos, sino que el mensaje de Dios los transformó. Este mensaje nunca muere, sino que vive y permanece para siempre.


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