―“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu vida y con toda tu mente” —le respondió Jesús—.
Mateo 10:37 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) »El que quiere a su padre o a su madre más que a mí no merece ser mi seguidor. El que quiere a su hijo o a su hija más que a mí no merece ser mi seguidor. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí; Biblia Nueva Traducción Viviente »Si amas a tu padre o a tu madre más que a mí, no eres digno de ser mío; si amas a tu hijo o a tu hija más que a mí, no eres digno de ser mío. Biblia Católica (Latinoamericana) El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí. La Biblia Textual 3a Edicion El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí; Biblia Serafín de Ausejo 1975 El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí; Biblia Reina Valera Gómez (2023) El que ama padre o madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama hijo o hija más que a mí, no es digno de mí. |
―“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu vida y con toda tu mente” —le respondió Jesús—.
Luego dijo a sus siervos: “El banquete de bodas está preparado, pero los que invité no merecían venir.
«Si alguno viene a mí y no sacrifica el amor a su padre y a su madre, a su esposa y a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, y aun a su propia vida, no puede ser mi discípulo.
Pero los que sean dignos de tomar parte en el mundo venidero por la resurrección no se casarán.
Manténganse despiertos. Oren para que puedan escapar de todo lo que está por suceder y puedan presentarse delante del Hijo del hombre».
Así lo hizo para que todos honren al Hijo como lo honran a él. El que se niega a honrar al Hijo no honra al Padre que lo envió.
Sin embargo, tienes en Sardis a unos cuantos que no viven haciendo lo malo. Ellos merecen caminar conmigo vestidos de blanco, el color de la santidad.