»Tengan cuidado con la gente; los entregarán a los tribunales y los azotarán en las sinagogas.
Hechos 26:11 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Muchas veces anduve de sinagoga en sinagoga castigándolos para obligarlos a ofender a Jesús. Mi odio contra ellos me llevó al extremo de perseguirlos incluso en ciudades del extranjero. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y muchas veces, castigándolos en todas las sinagogas, los forcé a blasfemar; y enfurecido sobremanera contra ellos, los perseguí hasta en las ciudades extranjeras. Biblia Nueva Traducción Viviente Muchas veces hice que los castigaran en las sinagogas para que maldijeran a Jesús. Estaba tan violentamente en contra de ellos que los perseguí hasta en ciudades extranjeras. Biblia Católica (Latinoamericana) Recorría las sinagogas y multiplicaba los castigos para obligarlos a renegar de su fe, y tal era mi furor contra ellos, que los perseguía hasta fuera de nuestras fronteras. La Biblia Textual 3a Edicion Y muchas veces, castigándolos por todas las sinagogas, los forzaba a blasfemar, y locamente enfurecido° contra ellos, los perseguía aun hasta en las ciudades extranjeras.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y por todas las sinagogas, muchas veces a fuerza de golpes, procuré hacerles renegar y, lleno de saña hasta el extremo, los perseguía incluso en las ciudades extranjeras. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y muchas veces, castigándolos por todas las sinagogas, los forcé a blasfemar; y enfurecido sobremanera contra ellos, los perseguí hasta en las ciudades extranjeras. |
»Tengan cuidado con la gente; los entregarán a los tribunales y los azotarán en las sinagogas.
»Pero ustedes cuídense. Los entregarán a los tribunales y los azotarán en las sinagogas. Por mi causa comparecerán ante gobernadores y reyes para dar testimonio ante ellos.
Les aseguro que todos los pecados y las ofensas se les perdonarán a todos por igual,
Por fin se dio cuenta de lo que había hecho, y se dijo: “¡Cuántos obreros de mi padre tienen comida de sobra, y yo aquí me muero de hambre!
»Pero, antes de todo esto, los perseguirán y los arrestarán. Los entregarán a las sinagogas y a las cárceles. Por causa de mi nombre los llevarán ante reyes y gobernadores.
Pero ellos se enfurecieron y comenzaron a discutir qué podrían hacer contra Jesús.
Pero, cuando los judíos vieron a tanta gente, se llenaron de envidia. Entonces comenzaron a maldecir a Pablo y a negar lo que este decía.
Pero los judíos se opusieron a Pablo y lo insultaron. Entonces este se sacudió la ropa en señal de protesta y les dijo: «¡Ustedes son ahora responsables de sus acciones! Si Dios los castiga, no es culpa mía. De ahora en adelante les anunciaré el mensaje a los no judíos».
Yo le respondí: “Señor, ellos saben que yo andaba de sinagoga en sinagoga encarcelando y golpeando a los que creen en ti.
De esto son testigos el sumo sacerdote y todos los líderes del tribunal. Ellos incluso me dieron cartas de autorización para que nuestros amigos judíos de Damasco me ayudaran. Y fui allá con el fin de traer presos a Jerusalén a los creyentes que encontrara, para que fueran castigados.
Mientras tanto, Saulo se presentó al sumo sacerdote. Amenazaba con matar a los discípulos del Señor.
Son ellos los que ofenden el buen nombre de nuestro Señor, a quien pertenecemos.
Pero fue regañado por su maldad: su burra, una bestia de carga, le habló con voz humana y no dejó que este profeta continuara con su locura.