Por eso Moisés les dio la circuncisión, que en realidad no proviene de Moisés, sino de nuestros antepasados. Y ustedes la practican aun en sábado.
Hechos 15:1 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Algunos hombres de Judea llegaron a Antioquía y se pusieron a enseñar a los creyentes. Les decían: «A menos que ustedes se circunciden, obedeciendo a la tradición de Moisés, no pueden ser salvos». Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Entonces algunos que venían de Judea enseñaban a los hermanos: Si no os circuncidáis conforme al rito de Moisés, no podéis ser salvos. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando Pablo y Bernabé estaban en Antioquía de Siria, llegaron unos hombres de Judea y comenzaron a enseñarles a los creyentes: «A menos que se circunciden como exige la ley de Moisés, no podrán ser salvos». Biblia Católica (Latinoamericana) Llegaron algunos de Judea que aleccionaban a los hermanos con estas palabras: 'Ustedes no pueden salvarse, a no ser que se circunciden como lo manda Moisés. La Biblia Textual 3a Edicion Pero algunos que habían bajado de Judea, decían a los hermanos: A menos que seáis circuncidados conforme al rito de Moisés,° no podéis ser salvos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Algunos que habían bajado de Judea enseñaban a los hermanos: 'Si no os circuncidáis según la costumbre de Moisés, no podréis salvaros'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces algunos que venían de Judea enseñaban a los hermanos, diciendo: Si no os circuncidáis conforme a la costumbre de Moisés, no podéis ser salvos. |
Por eso Moisés les dio la circuncisión, que en realidad no proviene de Moisés, sino de nuestros antepasados. Y ustedes la practican aun en sábado.
Cierto día, se habían reunido como ciento veinte creyentes. Entonces Pedro se puso de pie en medio de ellos, y les dijo:
Entonces los apóstoles y los líderes decidieron elegir a algunos de ellos y enviarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé. Lo hicieron de común acuerdo con toda la iglesia. Eligieron a Judas, llamado Barsabás, y a Silas, que eran líderes reconocidos por los creyentes.
Con ellos mandaron la siguiente carta: Los apóstoles y los líderes, a los creyentes no judíos en Antioquía, Siria y Cilicia: Saludos, hermanos en la fe.
Hemos oído que algunos de los nuestros los han preocupado a ustedes. Les han dicho cosas sin nuestra autorización, y ustedes se han alarmado.
De camino a Jerusalén, pasaron por Fenicia y Samaria. Allí contaron cómo los no judíos habían creído en Jesús. Estas noticias llenaron de alegría a todos los creyentes.
Judas y Silas, que también eran profetas, hablaron extensamente para animarlos y fortalecerlos.
Entonces algunos creyentes que pertenecían al grupo de los fariseos se pusieron de pie y dijeron: ―Es necesario circuncidar a los no judíos y exigirles que obedezcan la Ley de Moisés.
Al oírlo, alabaron a Dios. Luego le dijeron a Pablo: «Amigo, ya viste cuántos miles de judíos han creído. Y todos ellos siguen obedeciendo a la Ley.
Le hemos oído decir que ese Jesús de Nazaret destruirá este lugar y cambiará las tradiciones que nos dejó Moisés».
Catorce años después subí de nuevo a Jerusalén, esta vez con Bernabé, llevando también a Tito.
Gracias a lo que Cristo Jesús hizo por nosotros, ya no importa si estamos o no circuncidados. Lo que importa es creer en Cristo y que esa fe nos lleve a amar a los demás.
Los que tratan de obligarlos a ustedes a circuncidarse lo hacen únicamente para agradar a la gente. No quieren sufrir problemas por predicar de lo que Cristo hizo en la cruz.
Así que nadie los critique a ustedes por lo que comen o beben, o por celebrar días de fiesta religiosa, o los días Sábado o de luna nueva.
Cuídense de que nadie los engañe con ideas y pensamientos que parecen llenos de sabiduría. Son solo enseñanzas humanas que vienen de los poderes de este mundo. No son las enseñanzas de Cristo.