Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





Hechos 15:32 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

32 Judas y Silas, que también eran profetas, hablaron extensamente para animarlos y fortalecerlos.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

32 Y Judas y Silas, como ellos también eran profetas, consolaron y confirmaron a los hermanos con abundancia de palabras.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

32 Entonces Judas y Silas, ambos profetas, hablaron largo y tendido con los creyentes para animarlos y fortalecerlos en su fe.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

32 Judas y Silas, que también eran profetas, dieron ánimo y confortaron a los hermanos con un largo discurso.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

32 Y Judas y Silas, como ellos mismos eran también profetas, consolaron y fortalecieron a los hermanos con abundancia de palabra.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

32 Por su parte, Judas y Silas, que también eran profetas, exhortaron y confirmaron a los hermanos con un largo discurso.

Ver Capítulo Copiar




Hechos 15:32
39 Referencias Cruzadas  

Por eso yo les voy a enviar profetas, sabios y maestros. A algunos de ellos ustedes los matarán y crucificarán; a otros los azotarán en sus sinagogas y los perseguirán de pueblo en pueblo.


Por eso Dios, que es sabio, dijo: “Les enviaré profetas y apóstoles, de los cuales matarán a unos y perseguirán a otros”.


Cuando él llegó y vio las evidencias de la bondad de Dios, se alegró. Entonces animó a todos a seguir firmes en la obediencia al Señor.


Por aquel tiempo unos profetas bajaron de Jerusalén a Antioquía.


En la iglesia de Antioquía había profetas y maestros. Entre ellos estaban Bernabé y Simeón, apodado el Negro. También estaban Lucio de Cirene, Manaén, que se había criado con el gobernador Herodes, y Saulo.


Allí fortalecían a los discípulos y los animaban a seguir creyendo. Les decían: «Es necesario pasar por muchas dificultades para entrar en el reino de Dios».


Algunos hombres de Judea llegaron a Antioquía y se pusieron a enseñar a los creyentes. Les decían: «A menos que ustedes se circunciden, obedeciendo a la tradición de Moisés, no pueden ser salvos».


Entonces los apóstoles y los líderes decidieron elegir a algunos de ellos y enviarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé. Lo hicieron de común acuerdo con toda la iglesia. Eligieron a Judas, llamado Barsabás, y a Silas, que eran líderes reconocidos por los creyentes.


Por tanto, les enviamos a Judas y a Silas para que les confirmen personalmente lo que les escribimos.


De camino a Jerusalén, pasaron por Fenicia y Samaria. Allí contaron cómo los no judíos habían creído en Jesús. Estas noticias llenaron de alegría a todos los creyentes.


Los creyentes la leyeron y se alegraron por su mensaje alentador.


y viajó por Siria y Cilicia, fortaleciendo a las iglesias.


Después de pasar algún tiempo allí, Pablo se fue a visitar una por una las congregaciones de Galacia y Frigia, animando a todos los discípulos.


Y con muchas otras razones les llamaba la atención con insistencia: ―¡Sálvense de esta gente malvada!


Recorrió aquellas regiones, alentando a los creyentes en muchas ocasiones. Después, por fin, llegó a Grecia


Aunque no lo merecíamos, Dios nos dio diferentes dones a todos. Si Dios te dio la capacidad de profetizar, hazlo con toda la fe que tengas.


y, si te dio la de animar, anima a los demás. Si te dio la capacidad de ayudar a los necesitados, entonces hazlo con generosidad. Si te dio liderazgo, hazlo muy bien; y, si te dio capacidad para mostrar compasión, hazlo con alegría.


Él hará que sigan creyendo hasta el final. Así no serán acusados de nada malo en el día que nuestro Señor Jesucristo vuelva.


En cuanto a los profetas, que hablen dos o tres, y que los demás examinen con cuidado lo que ellos dicen de parte de Dios.


En cambio, el que comunica mensajes de Dios les habla a los demás para ayudarlos a crecer espiritualmente, para animarlos y consolarlos.


El don de comunicar mensajes de parte de Dios está bajo el control de los profetas.


Ese plan, que ningún ser humano conoció antes, ahora se lo ha revelado por medio del Espíritu a los santos apóstoles y profetas de Dios.


Saben también que a cada uno de ustedes los hemos tratado como trata un padre a sus propios hijos.


Así que les enviamos a Timoteo, nuestro hermano en la fe y colaborador de Dios en el anuncio de la buena noticia de Cristo. Lo enviamos para que los animara a seguir confiando firmemente en Jesús.


Por lo demás, hermanos en la fe, les rogamos, en el nombre del Señor Jesús, que sigan mejorando su manera de vivir. Así harán lo que agrada a Dios, tal como lo aprendieron de nosotros. De hecho, ya lo están haciendo.


Hermanos en la fe, también les rogamos que llamen la atención a los perezosos, denles ánimo a los desanimados, ayuden a los débiles y sean pacientes con todos.


no desprecien ningún mensaje de parte de Dios.


A tales personas les ordenamos y aconsejamos, de parte del Señor Jesucristo, que de manera tranquila se pongan a trabajar para ganarse la vida.


Así que recomiendo, ante todo, que se presenten ante Dios con peticiones, oraciones, súplicas y den gracias por todos.


Predica el mensaje de Dios, nunca dejes de hacerlo, aunque no parezca ser el mejor momento. Corrige, reprende y anima con mucha paciencia a todos, sin dejar de enseñar.


Tengo algo que decirles a los líderes de ustedes. Lo digo yo, que también soy uno de los líderes de la iglesia. Además, soy testigo de los sufrimientos de Cristo y, cuando él nos muestre toda su gloria, yo tendré mi parte. Esto es lo que les ruego:


Y, después de que ustedes hayan sufrido por un poco de tiempo, Dios mismo los sanará y los hará fuertes, firmes y estables. Él es el mismo Dios quien por puro amor los llamó para disfrutar de su gloria eterna por medio de Jesucristo.


Les he escrito esta breve carta con la ayuda de Silvano, a quien considero un hermano en la fe en quien puedo confiar. Lo he hecho para animarlos y confirmarles que Dios los ama en verdad, aunque no lo merezcan. Nunca duden de su amor.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos