Biblia Todo Logo
La Biblia Online

- Anuncios -





Hechos 15:1 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

1 Algunos hombres de Judea llegaron a Antioquía y se pusieron a enseñar a los creyentes. Les decían: «A menos que ustedes se circunciden, obedeciendo a la tradición de Moisés, no pueden ser salvos».

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

1 Entonces algunos que venían de Judea enseñaban a los hermanos: Si no os circuncidáis conforme al rito de Moisés, no podéis ser salvos.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Cuando Pablo y Bernabé estaban en Antioquía de Siria, llegaron unos hombres de Judea y comenzaron a enseñarles a los creyentes: «A menos que se circunciden como exige la ley de Moisés, no podrán ser salvos».

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Llegaron algunos de Judea que aleccionaban a los hermanos con estas palabras: 'Ustedes no pueden salvarse, a no ser que se circunciden como lo manda Moisés.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

1 Pero algunos que habían bajado de Judea, decían a los hermanos: A menos que seáis circuncidados conforme al rito de Moisés,° no podéis ser salvos.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Algunos que habían bajado de Judea enseñaban a los hermanos: 'Si no os circuncidáis según la costumbre de Moisés, no podréis salvaros'.

Ver Capítulo Copiar




Hechos 15:1
25 Referencias Cruzadas  

Gracias a lo que Cristo Jesús hizo por nosotros, ya no importa si estamos o no circuncidados. Lo que importa es creer en Cristo y que esa fe nos lleve a amar a los demás.


Entonces algunos creyentes que pertenecían al grupo de los fariseos se pusieron de pie y dijeron: ―Es necesario circuncidar a los no judíos y exigirles que obedezcan la Ley de Moisés.


Cuídense de que nadie los engañe con ideas y pensamientos que parecen llenos de sabiduría. Son solo enseñanzas humanas que vienen de los poderes de este mundo. No son las enseñanzas de Cristo.


Hemos oído que algunos de los nuestros los han preocupado a ustedes. Les han dicho cosas sin nuestra autorización, y ustedes se han alarmado.


Por eso Moisés les dio la circuncisión, que en realidad no proviene de Moisés, sino de nuestros antepasados. Y ustedes la practican aun en sábado.


Catorce años después subí de nuevo a Jerusalén, esta vez con Bernabé, llevando también a Tito.


De camino a Jerusalén, pasaron por Fenicia y Samaria. Allí contaron cómo los no judíos habían creído en Jesús. Estas noticias llenaron de alegría a todos los creyentes.


Le hemos oído decir que ese Jesús de Nazaret destruirá este lugar y cambiará las tradiciones que nos dejó Moisés».


Así que nadie los critique a ustedes por lo que comen o beben, o por celebrar días de fiesta religiosa, o los días Sábado o de luna nueva.


Al oírlo, alabaron a Dios. Luego le dijeron a Pablo: «Amigo, ya viste cuántos miles de judíos han creído. Y todos ellos siguen obedeciendo a la Ley.


Entonces los apóstoles y los líderes decidieron elegir a algunos de ellos y enviarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé. Lo hicieron de común acuerdo con toda la iglesia. Eligieron a Judas, llamado Barsabás, y a Silas, que eran líderes reconocidos por los creyentes.


Cierto día, se habían reunido como ciento veinte creyentes. Entonces Pedro se puso de pie en medio de ellos, y les dijo:


Con ellos mandaron la siguiente carta: Los apóstoles y los líderes, a los creyentes no judíos en Antioquía, Siria y Cilicia: Saludos, hermanos en la fe.


Judas y Silas, que también eran profetas, hablaron extensamente para animarlos y fortalecerlos.


Los que tratan de obligarlos a ustedes a circuncidarse lo hacen únicamente para agradar a la gente. No quieren sufrir problemas por predicar de lo que Cristo hizo en la cruz.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios