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Gálatas 5:17 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Porque esos malos deseos van en contra del Espíritu, y el Espíritu va en contra de los malos deseos. Los dos se oponen entre sí, de modo que ustedes no pueden hacer lo que quieren.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

La naturaleza pecaminosa desea hacer el mal, que es precisamente lo contrario de lo que quiere el Espíritu. Y el Espíritu nos da deseos que se oponen a lo que desea la naturaleza pecaminosa. Estas dos fuerzas luchan constantemente entre sí, entonces ustedes no son libres para llevar a cabo sus buenas intenciones,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Pues los deseos de la carne se oponen al espíritu y los deseos del espíritu se oponen a la carne. Los dos se contraponen, de suerte que ustedes no pueden obrar como quisieran.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Porque la carne tiene deseos contrarios a los del espíritu,° y el espíritu a los de la carne, y éstos se oponen entre sí para que no prosigáis haciendo lo que deseáis.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Pues la carne desea contra el Espíritu, y el Espíritu contra la carne. Ambos se combaten entre sí, de suerte que no hacéis las cosas que quisierais.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Porque la carne codicia contra el Espíritu, y el Espíritu contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no podáis hacer lo que quisiereis.

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Otras versiones



Gálatas 5:17
35 Referencias Cruzadas  

»El que no está de mi parte está contra mí; y el que no trabaja conmigo contra mí trabaja.


―Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás —le dijo Jesús—, porque eso no te lo reveló ninguna persona, sino mi Padre que está en el cielo.


Pero Jesús se dio vuelta y le dijo a Pedro: ―¡Aléjate de mí, Satanás! Quieres hacerme desobedecer; no piensas desde el punto de vista de Dios, sino del punto de vista humano.


Estén alerta y oren para que no caigan en tentación. El espíritu está dispuesto, pero el cuerpo es débil».


Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.


―Señor —respondió Pedro—, estoy dispuesto a ir contigo tanto a la cárcel como a la muerte.


«¿Por qué están durmiendo? —les dijo—. Levántense y oren para que no caigan en tentación».


Lo que nace del cuerpo es cuerpo; lo que nace del Espíritu es espíritu.


Porque, si ustedes viven controlados por el pecado, morirán para siempre. Pero, si por medio del Espíritu dan muerte a los malos deseos del cuerpo, vivirán para siempre.


Si esto es así, ¿estará la Ley en contra de las promesas de Dios? ¡De ninguna manera! Si se nos hubiera dado una ley capaz de dar vida, entonces sí seríamos aceptados por Dios como justos por obedecer la Ley.


Todos fallamos mucho. Si alguien nunca falla en lo que dice, es una persona perfecta. Esa persona es capaz también de controlar todo su cuerpo.