Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no le des la espalda.
1 Timoteo 6:18 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Mándales que hagan el bien, que sean ricos en buenas obras, y generosos, dispuestos a compartir lo que tienen. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos; Biblia Nueva Traducción Viviente Diles que usen su dinero para hacer el bien. Deberían ser ricos en buenas acciones, generosos con los que pasan necesidad y estar siempre dispuestos a compartir con otros. Biblia Católica (Latinoamericana) Que practiquen el bien, que se hagan ricos en buenas obras, que den de buen corazón, que sepan compartir. La Biblia Textual 3a Edicion que hagan el bien, que sean ricos en buenas obras, que sean generosos, dispuestos a compartir; Biblia Serafín de Ausejo 1975 que practiquen el bien, que se hagan ricos en buenas obras, que sean generosos, dadivosos, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, generosos, que con facilidad comuniquen; |
Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no le des la espalda.
»Así le sucede al que acumula riquezas para sí mismo, en vez de ser rico delante de Dios».
―El que tiene dos camisas debe compartir con el que no tiene ninguna —les contestó Juan—, y el que tiene comida debe hacer lo mismo.
Me refiero a Jesús de Nazaret. Dios lo llenó de poder y del Espíritu Santo. Él anduvo haciendo el bien y sanando a los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.
Entonces decidieron que cada uno de los discípulos enviaría ayuda a los creyentes que vivían en Judea. Cada uno ayudaría según sus recursos.
Había en Jope una discípula llamada Tabita. Su nombre griego era Dorcas. Ella se esforzaba en hacer el bien y en ayudar a los pobres.
y, si te dio la de animar, anima a los demás. Si te dio la capacidad de ayudar a los necesitados, entonces hazlo con generosidad. Si te dio liderazgo, hazlo muy bien; y, si te dio capacidad para mostrar compasión, hazlo con alegría.
El primer día de la semana, cada uno de ustedes aparte y guarde algún dinero según lo que haya ganado. Así no tendrán que hacer recolectas cuando yo vaya.
Pues, si uno lo hace de buena voluntad, lo que da es bien recibido. Pues lo que importa es dar según lo que se tiene, y no según lo que no se tiene.
Ya conocen el gran amor que les tiene nuestro Señor Jesucristo. No lo merecían, pero él, aunque era rico, se hizo pobre para ayudarlos. Lo hizo para que, por medio de su pobreza, ustedes llegaran a ser ricos.
Por lo tanto, siempre que tengamos la oportunidad, hagamos bien a todos, y en especial a los de la familia de la fe.
El que robaba, que no robe más, sino que trabaje honradamente con las manos, así tendrá suficiente para compartir con los necesitados.
Además, que sea reconocida por sus buenas obras, tales como criar hijos, practicar la hospitalidad y lavar los pies de los creyentes. Que sea de las que ayudan a los que sufren y que aproveche toda oportunidad para hacer el bien.
Él se entregó a la muerte por nosotros, para rescatarnos de toda maldad y limpiarnos de pecado y tener así un pueblo elegido, dedicado a hacer el bien.
Este mensaje es digno de confianza, y quiero que lo enseñes una y otra vez, para que los que han creído en Dios se esfuercen en hacer lo bueno. Esto es excelente y provechoso para todos.
No se olviden de hacer el bien y de compartir con otros lo que tienen. Esos son los sacrificios que agradan a Dios.
Escuchen, mis queridos hermanos en la fe: Recuerden que Dios ha elegido a los pobres de este mundo, para hacerlos ricos en fe y herederos del reino que prometió a los que lo aman.
Es probable que alguien que es rico no esté dispuesto a ayudar a su hermano necesitado. ¿Cómo se puede decir que esa persona conoce el amor de Dios?
Querido Gayo, hermano en la fe, no sigas el ejemplo de los que hacen lo malo, sino el ejemplo de los que hacen lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios; el que hace lo malo no ha visto a Dios.