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Hechos 10:38 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

38 Me refiero a Jesús de Nazaret. Dios lo llenó de poder y del Espíritu Santo. Él anduvo haciendo el bien y sanando a los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

38 cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo este anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

38 Y saben que Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo y con poder. Después Jesús anduvo haciendo el bien y sanando a todos los que eran oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

38 Jesús de Nazaret fue consagrado por Dios, que le dio Espíritu Santo y poder. Y como Dios estaba con él, pasó haciendo el bien y sanando a los oprimidos por el diablo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

38 respecto° a Jesús de Nazaret: Cómo Dios lo ungió con el Espíritu Santo y poder. Éste anduvo haciendo el bien y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con Él.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

38 cómo Dios ungió con Espíritu Santo y poder a Jesús de Nazaret, que pasó haciendo el bien y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.

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Hechos 10:38
40 Referencias Cruzadas  

Al enterarse de esto, Jesús se retiró de aquel lugar. Muchos lo siguieron, y él sanó a todos los enfermos,


Pero, si echo fuera a los demonios por medio del Espíritu de Dios, eso significa que el reino de Dios ha llegado a ustedes.


Jesús se levantó y fue con él, acompañado de sus discípulos.


Jesús recorría todos los pueblos y aldeas enseñando en las sinagogas. Anunciaba la buena noticia del reino y sanaba toda enfermedad y todo dolor.


Y él se quedó asombrado por la falta de fe de ellos. Jesús recorría los alrededores, enseñando de pueblo en pueblo.


y el Espíritu Santo bajó sobre él en forma de paloma. Entonces se oyó una voz del cielo que decía: «Tú eres mi Hijo amado; estoy muy contento contigo».


«El Espíritu del Señor está sobre mí. Me ha ungido para anunciar buenas noticias a los pobres. Me ha enviado a anunciar libertad a los cautivos y dar vista a los ciegos. Me ha enviado a poner en libertad a los oprimidos,


Estaba acercándose el muchacho cuando el demonio lo derribó con una convulsión. Pero Jesús reprendió al espíritu maligno, sanó al muchacho y se lo devolvió al padre.


Luego siguieron caminando hacia otra aldea.


pero Jesús les dijo: ―Yo les he mostrado muchas buenas obras que vienen del Padre. ¿Por cuál de ellas me quieren apedrear?


Miren que la hora viene, y ya está aquí, en que ustedes serán dispersados. Cada uno se irá a su propia casa y a mí me dejarán solo. Sin embargo, solo no estoy, porque el Padre está conmigo.


Este fue de noche a visitar a Jesús. ―Maestro —le dijo—, sabemos que has venido de parte de Dios. Pues nadie podría hacer las señales milagrosas que tú haces si Dios no estuviera con él.


El enviado de Dios comunica el mensaje de Dios, pues él mismo le da su Espíritu sin medida.


No trabajen por la comida que pronto se acaba. Trabajen por la que permanece para vida eterna. Esa comida se la dará el Hijo del hombre, sobre quien Dios el Padre ha puesto su sello de aprobación.


Ustedes conocen este mensaje que se anunció por toda Judea. Comenzó a anunciarse en Galilea, después del bautismo que predicó Juan.


»Israelitas, escuchen esto: Jesús de Nazaret fue un hombre aprobado por Dios ante ustedes con milagros, señales y maravillas. Todo esto lo hizo Dios entre ustedes por medio de él, como bien lo saben.


Has amado la justicia y odiado la maldad. Por eso, tu Dios te ha elegido y llenado de alegría, mucho más que a tus compañeros».


Practiquen el dominio propio y manténganse alerta. Su enemigo el diablo ronda como león rugiente, buscando a quién devorar.


Todos ustedes, en cambio, han recibido el Espíritu de parte de Cristo, que es santo. Por eso conocen la verdad.


El que vive pecando pertenece al diablo, porque el diablo ha estado pecando desde el principio. El Hijo de Dios fue enviado precisamente para destruir lo que hace el diablo.


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