Se apareció Yahveh a Abrán, y le dijo: 'A tu posteridad daré yo esta tierra'. Y Abrán edificó allí un altar a Yahveh que se le había aparecido.
2 Crónicas 20:7 - Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¿No fuiste tú, oh Dios nuestro, quien expulsaste a los moradores de esta tierra delante de tu pueblo Israel y se la entregaste a la descendencia de tu amigo Abrahán para siempre? Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Dios nuestro, ¿no echaste tú los moradores de esta tierra delante de tu pueblo Israel, y la diste a la descendencia de Abraham tu amigo para siempre? Biblia Nueva Traducción Viviente Oh Dios nuestro, ¿acaso no expulsaste a los que vivían en esta tierra cuando llegó tu pueblo Israel? ¿Acaso no les diste esta tierra para siempre a los descendientes de tu amigo Abraham? Biblia Católica (Latinoamericana) ¿No has sido tú, oh Dios nuestro, el que expulsaste a los habitantes de esta tierra delante de tu pueblo Israel, y la diste a los descendientes de tu amigo Abraham para siempre? La Biblia Textual 3a Edicion ¿No arrojaste Tú, oh Dios nuestro, delante de tu pueblo Israel, a los habitantes de esta tierra, y la diste para siempre a la simiente de tu amigo Abraham? Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿No eres tú nuestro Dios, que echaste a los moradores de esta tierra delante de tu pueblo Israel, y la diste a la simiente de Abraham tu amigo para siempre? Biblia Traducción en Lenguaje Actual »Dios nuestro, tú expulsaste a los pueblos que antes vivían en este territorio, y nos lo diste a nosotros, que somos descendientes de tu amigo Abraham. |
Se apareció Yahveh a Abrán, y le dijo: 'A tu posteridad daré yo esta tierra'. Y Abrán edificó allí un altar a Yahveh que se le había aparecido.
pues te daré a ti y a tu posteridad para siempre todo el país que tú divisas,
Estableceré mi alianza contigo, y con tu posteridad después de ti, de generación en generación: una alianza perpetua, para ser yo tu Dios, y el de tu descendencia después de ti.
Yahveh derrotó a los etíopes ante Asá y ante Judá, y los etíopes emprendieron la huida.
Ellos la han habitado y han construido en ella un santuario a tu nombre, diciendo:
Tú hallaste fiel su corazón ante ti, tú pactaste con él la alianza de darle el país del cananeo, del hitita, del amorreo, del perizeo, del jebuseo y del guergueseo, a él y a su descendencia. Y tú has mantenido tus promesas, porque tú eres justo.
Con los propios oídos, Señor, hemos oído, los padres nos contaron la obra que en sus días acabaste, en los tiempos antiguos.
Tú mismo, con tu mano, desposeíste pueblos, a fin de establecerlos, maltrataste naciones para hacerles espacio.
Restáuranos, oh Dios de los ejércitos: haz esplender tu rostro y seremos liberados.
'Yo soy Yahveh, tu Dios, que te he sacado de la tierra de Egipto, de la casa de esclavitud.
Yo enviaré un ángel delante de ti, y expulsaré a los cananeos, a los amorreos, a los hititas, a los perizeos, a los jiveos y a los jebuseos,
Yo os haré pueblo mío, y seré para vosotros vuestro Dios, y sabréis que yo soy Yahveh, vuestro Dios, que os librará de las cargas de Egipto.
Pero tú, Israel, siervo mío, Jacob a quien elegí, estirpe de Abrahán, mi amigo,
Esto dijo; y después les añade: 'Nuestro amigo Lázaro se ha dormido; pero voy a despertarlo'.
Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe qué hace su señor; os he llamado amigos, porque todo lo que he oído de mi Padre os lo he dado a conocer.
arrojando de delante de ti a naciones más grandes y más poderosas que tú, para introducirte en su tierra y entregártela en heredad, como lo hace en este día.
Y así se cumplió la Escritura que dice: Creyó Abrahán a Dios y esto se le tomó en cuenta como justicia y fue llamado amigo de Dios.
Sé fuerte y animoso, pues tú darás a este pueblo en posesión la tierra que juré a sus antepasados que les había de dar.
Porque Yahveh ha expulsado ante vuestra presencia a grandes y poderosas naciones, mientras que a vosotros nadie ha podido resistiros hasta hoy.
Así os entregué una tierra que no habías trabajado y unas ciudades que no habíais construido y en las que, sin embargo, habitáis; viñas y olivos que no habíais plantado y de los que, sin embargo, os alimentáis.
Yo tomé a vuestro padre Abrahán de la otra parte del río y le hice caminar por todo el país de Canaán, multipliqué su descendencia y le di Isaac.