Por lo que Jesús les dijo a sus discípulos: – En verdad les digo, hay mucha cosecha, pero tenemos muy pocos obreros que la recojan.
Mateo 9:38 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia Oren, pues, al Señor de la cosecha, para que Él mande más obreros preparados para que la recojan. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que oren al Señor que está a cargo de la cosecha; pídanle que envíe más obreros a sus campos». Biblia Católica (Latinoamericana) Rueguen, pues, al dueño de la cosecha que envíe trabajadores a recoger su cosecha. La Biblia Textual 3a Edicion Rogad pues al Señor de la mies, para que envíe obreros a su mies.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 rogad, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a su mies'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies. |
Por lo que Jesús les dijo a sus discípulos: – En verdad les digo, hay mucha cosecha, pero tenemos muy pocos obreros que la recojan.
Jesús les habló nuevamente: – Paz a ustedes; como el Padre me envió a mí, yo también los envío.
¿Acaso no son ustedes los que dicen que faltan cuatro meses para la cosecha? Pero les digo: levanten sus ojos y miren, los campos ya están listos para la cosecha.
Ellos estaban en un culto de adoración para el Señor y mientras estaban ayunando, el Espíritu Santo dijo: – Apártenme a Bernabé y a Saulo para la misión que les he encomendado.
Los que fueron esparcidos se dedicaban a anunciar el Evangelio que transforma toda la existencia humana.
En la iglesia, Dios dio una función a cada parte; a unos puso como apóstoles, a otros como profetas y a otros como maestros; también llamó a algunos y les dio poder sobrenatural de Dios para hacer milagros, a otros les dio dones de sanidad, a otros un don especial para ayudar a los demás, a otros el don de liderazgo y a otros el don para hablar en diversas lenguas.
A algunos les dio la capacidad de ser apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y a otros maestros;
Mis queridos hermanos, oren mucho por nosotros, para que se difunda el Evangelio que transforma toda la existencia humana y para que las personas lo reciban con aprecio, así como ustedes lo hicieron.