Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y la gente lo critica diciendo: “Miren, un hombre tragón y borracho, amigo de cobradores de impuestos y de pecadores”. Pero la sabiduría fue justificada por sus obras.
Mateo 5:46 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia Porque si ustedes aman solo a quienes los aman, ¿qué mérito hay en esto? ¿Acaso los cobradores de impuestos no hacen lo mismo? Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos? Biblia Nueva Traducción Viviente Si solo amas a quienes te aman, ¿qué recompensa hay por eso? Hasta los corruptos cobradores de impuestos hacen lo mismo. Biblia Católica (Latinoamericana) Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué mérito tiene? También los cobradores de impuestos lo hacen. La Biblia Textual 3a Edicion Porque si amáis a los que os aman, ¿qué galardón tenéis? ¿Acaso no hacen también lo mismo los publicanos?° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen eso mismo también los publicanos? Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también así los publicanos? |
Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y la gente lo critica diciendo: “Miren, un hombre tragón y borracho, amigo de cobradores de impuestos y de pecadores”. Pero la sabiduría fue justificada por sus obras.
Pero si aún así no se soluciona, a pesar de la presencia de los testigos, lleva el caso a la iglesia, y si no se soluciona ni en la iglesia, que este sea concebido como un hermano desobediente y pecador.
Y si solamente saludan a sus hermanos, ¿qué tiene de extraordinario? ¿Acaso los que no conocen a Dios no hacen lo mismo?
No hagan las buenas obras para ganar reputación y fama delante de los hombres; de lo contrario no van a ganar el premio que tienen con el Padre Celestial.
Aconteció que estaba Jesús sentado a la mesa, en la casa de Mateo, y en la misma mesa con Jesús y sus discípulos, había muchos recaudadores de impuestos y pecadores, porque muchos de ellos también lo seguían.
Los maestros de la ley, que eran de los fariseos, al observarlo comiendo con los pecadores y con los recaudadores de impuestos, dijeron a sus discípulos: – ¿Por qué Jesús come con los cobradores de impuestos y pecadores?
Se acercaron a Jesús todos los cobradores de impuestos y pecadores para escucharlo;
El cobrador de impuestos, en cambio, estaba en la parte de atrás, de pie, no quería ni siquiera alzar sus ojos al cielo, sino que golpeaba su pecho, diciendo: “¡Oh Señor, ten misericordia de mí que soy pecador!”.
Allí vivía un hombre muy rico llamado Zaqueo, que era el jefe de los cobradores de impuestos.
Todos empezaron a criticar, diciendo: – Jesús va a hospedarse en la casa de un pecador.
Unos cobradores de impuestos también fueron para ser bautizados, y le preguntaron a Juan: – ¿Maestro, qué debemos hacer?
Ese mismo día, Mateo ofreció en su casa una gran fiesta en honor a Jesús, y había un buen grupo de cobradores de impuestos y otras personas que estaban con ellos a la mesa.
Los maestros de la ley y los fariseos criticaban a los discípulos de Jesús diciendo: – ¿Por qué comen y beben con los cobradores de impuestos y pecadores?
Y al escuchar las palabras acerca de Juan, todo el pueblo y hasta los cobradores de impuestos reconocieron la justicia de Dios, pidiendo ser bautizados por Juan.
Vino el Hijo del Hombre que come y bebe y ustedes dicen: “Miren, es glotón, borracho y amigo de los cobradores de impuestos y de los pecadores”.